Proyecto JUNO en China: La búsqueda de la masa del neutrino

En las profundidades de la provincia de Guangdong, al sur de China, avanza el gran proyecto del Observatorio Subterráneo de Neutrinos de Jiangmen (JUNO). Una enorme esfera, equipada con innumerables tubos sensibles a la luz, pronto se utilizará para experimentos destinados a investigar las esquivas partículas subatómicas, conocidas como neutrinos. Esta instalación estará alojada dentro de un tanque de agua cilíndrico de doce pisos, situado a 700 metros bajo tierra. La empresa de 300 millones de dólares, que ha estado en desarrollo durante años, está a punto de comenzar a recopilar datos sobre los neutrinos, diminutas partículas que se generan en reacciones atómicas. Los investigadores esperan que el estudio de estas partículas arroje luz sobre uno de los mayores misterios de la física de partículas: la jerarquía de masas de los neutrinos. Dado que los neutrinos son capaces de cambiar de forma y existen por miles de millones por segundo en toda la materia, incluido el cuerpo humano, los conocimientos sobre sus masas podrían proporcionar información valiosa sobre los procesos en el universo temprano. Junto con científicos internacionales, incluidos investigadores de Francia, Alemania, Italia, Rusia y los Estados Unidos, los físicos chinos analizarán durante seis años la radiación de neutrinos de las centrales nucleares cercanas en Guangdong. Además de la observación de neutrinos terrestres, el proyecto JUNO también tiene como objetivo estudiar los neutrinos solares en tiempo real para obtener una comprensión más profunda de los procesos solares. En la segunda mitad del año 2025, JUNO entrará en funcionamiento y liderará la carrera internacional contra instalaciones más grandes como el Experimento de Neutrinos Subterráneo Profundo (DUNE) en los Estados Unidos, un proyecto que enfrenta retrasos y sobrecostos debido a las tensiones entre China y los EE.UU. Ante las turbulencias políticas, las autoridades estadounidenses, que anteriormente cooperaban con JUNO, han decidido enfocar sus esfuerzos en el desarrollo de DUNE. No obstante, un grupo de investigadores estadounidenses, respaldados por la Fundación Nacional para la Ciencia, sigue involucrado en el proyecto. Wang Yifang, científico principal de JUNO, confía en que el compromiso científico colectivo enviará señales positivas en medio de las tensiones geopolíticas. La integridad de los datos obtenidos en el ámbito atómico tiene la máxima prioridad. El detector esférico de 600 toneladas de JUNO transmitirá electrónicamente los pasos de los neutrinos desde las plantas de energía locales a instituciones asociadas en Rusia, Francia e Italia. Mediante el uso de múltiples equipos de analistas independientes, se busca asegurar la precisión de los resultados.