Inversiones de golf de Trump en Escocia: Un panorama mixto

El balance económico de los campos de golf de Trump en Escocia presenta un escenario contrastante entre las dos ubicaciones. Mientras el campo de golf de Trump en Aberdeenshire continúa en números rojos, el Turnberry Resort en South Ayrshire se está convirtiendo en una historia de éxito para el expresidente. El complejo de golf en Balmedie, cerca de Aberdeen, que este año fue sede del PGA Seniors Championship, registró en 2023 una pérdida antes de impuestos que casi se duplicó a 1,83 millones de USD. Esto marca el undécimo año consecutivo de retrocesos económicos para Trump International Scotland, que está bajo la dirección de Donald Jr. y Eric Trump. Así, el déficit se suma a aproximadamente 20 millones de USD. A pesar de las profundas pérdidas, los hijos de Trump reiteran su firme determinación para el desarrollo de la propiedad en el detallado análisis de los informes presentados en Companies House y se muestran optimistas respecto a un cambio financiero positivo en el horizonte de mediano a largo plazo. Un nuevo campo de golf de 18 hoyos, que se construye junto al campo inaugurado en 2012, comenzará a operar el próximo verano. Esta expansión está liderada por Eric Trump y Sarah Malone, la vicepresidenta de Trump International Scotland. En contraste, el resort de Turnberry muestra impresionantes avances financieros. La ganancia antes de impuestos se disparó de 250.000 a casi 5 millones de USD, logrando por segunda vez consecutiva un resultado positivo tras siete años de pérdidas. Los ingresos del golf aumentaron un 35 % en 2022, aunque no pudieron contrarrestar completamente la ligera disminución en las ventas. El Turnberry Resort generó recientemente revuelo en los medios al conocerse que se cobra hasta 1.000 libras por una ronda en el prestigioso campo Ailsa, a menos que los jugadores se alojen en el hotel de cinco estrellas y comiencen antes de las 13 horas. La ubicación en South Ayrshire, que Donald Trump adquirió en 2014 por más de 50 millones de USD y cuya gestión transfirió a un fideicomiso administrado por su familia tras ser elegido presidente de EE.UU., sigue vinculada financieramente con él.