Boeing vuelve a estar en el punto de mira de las autoridades estadounidenses. El Departamento de Justicia de EE. UU. acusa al fabricante de aviones de no haber implementado las medidas necesarias para prevenir fraudes, acordadas tras los mortales accidentes de dos aviones 737 Max. Un total de 346 personas perdieron la vida en estos desastres en octubre de 2018 y marzo de 2019, causados por un software defectuoso que intervenía en el control del vuelo más de lo que los pilotos esperaban.

Según los documentos judiciales presentados el martes, Boeing no ha implementado el programa acordado de cumplimiento y ética para prevenir tales infracciones a las leyes de fraude de EE. UU. como se requería. La empresa tiene hasta el 13 de junio para responder y enfatizó en una primera declaración que, según su evaluación, se ha adherido al acuerdo.

El acuerdo evitaba la persecución penal directa de Boeing por acusaciones de fraude en relación con la certificación del 737 Max, pero estaba sujeto a una especie de regla de probatoria. El acuerdo también incluía un pago de multa de 243 millones de dólares. El Departamento de Justicia dejó claro que el incumplimiento de las condiciones de cumplimiento podría resultar en la reanudación de la persecución penal.

Preocupaciones adicionales sobre la cultura de seguridad en Boeing surgieron a principios de año, después de que un fragmento del fuselaje se desprendiera en vuelo de un Boeing 737-9 Max casi nuevo de Alaska Airlines. Afortunadamente, el incidente no resultó en heridas graves, pero condujo a investigaciones adicionales y a un bloqueo de los planes de aumento de producción del 737 Max ordenado por la autoridad de aviación de EE.UU., la FAA.

El incidente y las nuevas acusaciones del Departamento de Justicia aumentan la presión sobre Boeing para mejorar sus procesos internos y la calidad del producto. En la Bolsa de Nueva York, el mercado ya ha reaccionado y las acciones de Boeing cayeron un 2,07%, descendiendo a 177,02 dólares estadounidenses.