Los precios de exportación de petróleo de Rusia están significativamente por encima del límite a pesar del tope de precios del petróleo occidental. En octubre, el 99 por ciento de las exportaciones de petróleo se enviaron a precios superiores a 60 dólares por barril. Según el Instituto KSE en Kiev, los análisis de los datos comerciales muestran que la regulación no tiene efecto. Incluso a través del Mar Báltico, donde tradicionalmente se utilizan navieras y aseguradoras occidentales, casi no se realizan transportes por debajo de los 60 dólares.

La razón detrás de la disminución de la participación occidental en el transporte de petróleo, según el economista de KSE, Benjamin Hilgenstock, es una flota de petroleros construida por Moscú que hasta ahora ha sido ampliamente inaccesible para occidente. Esto está haciendo que la influencia de occidente sea cada vez menor, pero aparentemente las propias regulaciones también están siendo masivamente eludidas por empresas occidentales.

El límite de precios aparentemente tiene debilidades, pero según Hilgenstock, ahora se deben tomar medidas valientes para que el sistema vuelva a funcionar. Una posibilidad es que los proveedores de servicios, como las navieras y aseguradoras, deben presentar documentos más detallados, como contratos de compra con los precios realmente pagados y detalles sobre los costos de transporte. Además, el Oeste debería asegurarse de que los certificados solo sean aceptados por proveedores con una buena reputación, para eliminar a los intermediarios sospechosos del negocio.

Para evitar accidentes y catástrofes ambientales, los países fronterizos de las principales rutas de transporte, como Dinamarca, podrían permitir solo el paso de buques cisterna asegurados por corporaciones confiables y con una calificación crediticia sólida de una importante agencia de calificación. Estas medidas deberían tener en cuenta tanto la flota clandestina como los problemas con las pruebas de proveedores de servicios occidentales, para evitar lagunas.

El Instituto KSE forma parte de la Kyiv School of Economics en la capital ucraniana y, junto con científicos internacionales, ha estado observando durante un año los efectos del límite de precios occidentales en las exportaciones de petróleo de Rusia. Puede encontrar más información sobre su trabajo de investigación aquí.