Un mes lleno de récords, curiosidades y sueños de Cy Young

Blake Snell sorprende al mundo del béisbol con un No-Hitter que pasa a la historia. Con una actuación increíble que marca su primera victoria de la temporada, Snell se une a grandes como Sandy Koufax, Bob Gibson y Clayton Kershaw. Lo que hace esta hazaña especialmente destacable es que fue su primera victoria de la temporada el 2 de agosto, después de 11 aperturas. Esto plantea una pregunta: ¿Con qué frecuencia un actual ganador del Cy Young ha logrado esta marca? La respuesta: Nunca antes. Esta notable actuación también fue histórica. Snell logró algo que no se había conseguido antes: permanecer sin victorias en 11 aperturas de la temporada y luego ganar su primer juego con un No-Hitter. Aún más impresionante es que lo hizo con 114 lanzamientos, su segunda mayor cantidad en un juego. Pero las rarezas no terminan aquí. Dylan Cease también hace historia con uno de los No-Hitters más insólitos de los últimos tiempos. Con una serie de juegos en los que casi logró lo imposible, se acercó peligrosamente al récord de Johnny Vander Meer, quien lanzó dos No-Hitters consecutivos en 1938. En una serie notable de tres juegos, Cease permitió solo dos hits en total, algo nunca antes logrado en la era moderna del béisbol. Mientras tanto, el surgimiento de un raro Infield Hit causa revuelo. Xavier Edwards completó el 28 de julio el primer ciclo en la historia por un jugador cuyo nombre comienza con una X. Con un Infield Hit, se aseguró un juego único en la novena entrada. En otro juego notable, los Padres vencieron a los Diamondbacks por 10-8. Este juego se caracteriza por un fenómeno raro: Alek Thomas y Randal Grichuk batearon jonrones en la novena entrada, y aun así, su equipo perdió. Dominic Smith, normalmente un primera base, también se ganó reconocimiento al lanzar sin errores en la novena entrada contra los Rockies. Esto plantea la pregunta de si podría ser considerado como candidato al Cy Young. No sería la primera vez que un lanzador no convencional alcanza tal gloria. En general, julio ofreció una serie de momentos extraños, salvajes y maravillosos que solo el béisbol puede brindar. Queda la expectativa de qué más sorpresas nos deparará el resto de la temporada.