Crisis esencial de los servicios de entrega de alimentos: Un auge sin ganancias

  • Las aplicaciones traen comodidad, pero causan insatisfacción de los clientes y daño económico a los restaurantes.
  • Pandemia-pandemia aumenta drásticamente las entregas de comida, pero la rentabilidad sigue sin alcanzarse.

Eulerpool News·

La demanda de entregas de comida ha aumentado de manera explosiva durante la pandemia. Con los restaurantes cerrados y la posibilidad de al menos llevar una variedad culinaria al hogar, aplicaciones como GrubHub y DoorDash experimentaron un inmenso aumento de usuarios. Los ingresos de la industria aumentaron de 90 mil millones de USD en 2018 a 294 mil millones de USD en 2021. Sin embargo, la rentabilidad sigue siendo esquiva. Según un informe del Financial Times de 2024, los principales servicios de entrega en línea en Europa y EE. UU. han acumulado pérdidas operativas acumuladas de más de 20 mil millones de USD desde su salida a bolsa. Los inversores son, por lo tanto, cada vez más reacios a invertir más capital, especialmente ante el creciente descontento de los clientes y las controversias sobre las condiciones laborales de los repartidores en la economía de trabajos esporádicos. La historia de la entrega de alimentos se remonta a varios siglos atrás. Por ejemplo, la Reina Margherita de Nápoles pidió la primera pizza de la que se tiene registro en 1898. La tecnología moderna, como la telefonía y el internet, ha revolucionado este servicio en las últimas décadas. Aplicaciones como DoorDash, GrubHub y Uber Eats pronto dominaron el mercado. Prometían conveniencia, mientras que cobraban tarifas inmensas a los restaurantes y a menudo trasladaban la entrega a contratistas mal pagados. En tiempos recientes, dueños de restaurantes locales han articulado sus preocupaciones. Philip Foss, un chef con estrella Michelin, describe que, aunque las aplicaciones son tentadoras, económicamente son perjudiciales: "Las aplicaciones destruyen restaurantes, desde pequeños negocios familiares hasta cocinas de alta gama". La brecha de ingresos entre las plataformas y sus repartidores es enorme. Un repartidor típico de Uber Eats gana entre 2 y 4 USD por entrega, beneficiándose apenas de los crecientes costos operativos y las bajas propinas. Los precios en aumento y las tarifas adicionales para pedidos de comida a través de aplicaciones han provocado descontento entre los consumidores. Según Consumer Reports, los clientes se quejan de tiempos de entrega más largos, comida fría y estructuras de tarifas poco claras. Un artículo en New York Magazine declaró en 2023 que los servicios de entrega de comidas son un "puro engaño", ya que las tarifas a menudo superan el costo de los alimentos mismos. Muchos clientes se ven obligados a reconsiderar sus hábitos, ya que los pedidos consumen una parte considerable de sus presupuestos. Aunque el auge de los servicios de entrega de alimentos continuó durante la pandemia, el futuro de la rentabilidad sigue siendo incierto. El chef Philip Foss destaca que no hay una solución sencilla, pero algunos pasos podrían ayudar a crear un ecosistema de entrega más justo. Algunas empresas como ChowNow y Slice se posicionan como alternativas éticas al ofrecer salarios justos y tarifas moderadas. Sin embargo, Foss recomienda simplemente llamar al restaurante favorito y pedir directamente, para apoyar la gastronomía local y establecer una conexión más íntima. Para concluir, Foss insta al público a apoyar de forma consciente a los restaurantes que no utilizan servicios de aplicaciones, y así contribuir a una industria alimentaria más justa.
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