La popular marca Zyn de Philip Morris experimenta un aumento sin precedentes en la demanda, lo que lleva a problemas de suministro y estantes vacíos en los EE.UU. Las capacidades de producción de la única planta en Owensboro, Kentucky, están agotadas, y la empresa espera que los problemas continúen hasta fin de año.

Zyn registró un crecimiento ralentizado de las ventas y una disminución de la cuota de mercado en las últimas semanas. En el sitio web de la marca, muchos productos están actualmente marcados como reordenados. Los usuarios bromean en las redes sociales sobre la "Zyndemia" o "La Gran Zynpresión" y publican fotos de estantes vacíos y carteles en las tiendas que indican agotamiento.

Zyn está disponible en los Estados Unidos desde 2014, pero solo en el último año y medio las cifras de ventas han explotado, impulsadas por una ola de "Zynfluencers" en las redes sociales. Las pequeñas bolsas de nicotina en forma de bolsitas de té, que se ofrecen en diferentes sabores como menta, canela, café y cítricos, proporcionan una alternativa discreta a los cigarrillos y no requieren escupir. Los expertos en salud comparan el riesgo de las bolsas con el de los chicles o parches de nicotina.

Philip Morris International, el gigante tabacalero detrás de Zyn, está trabajando para aumentar la capacidad de producción en su planta en EE.UU. “Las medidas ya implementadas han comenzado a aliviar los cuellos de botella”, dijo el portavoz de la empresa, Travis Parman. Philip Morris planea abrir una planta de producción adicional de Zyn en EE.UU. el próximo año.

Los cuellos de botella en el suministro han reducido la cuota de mercado de Zyn, mientras que competidores como On!, Rogue y Velo se han beneficiado. Según un análisis de Goldman Sachs basado en datos de Nielsen, la cuota de mercado de Zyn en el mercado estadounidense de tabaco sin humo cayó del 26,8 % en las dos semanas hasta el 6 de abril al 25,4 % en las dos semanas hasta el 1 de junio.

Philip Morris espera distribuir 560 millones de dosis de Zyn en EE.UU. este año, en comparación con los 385 millones del año pasado. "Está claro que este fuerte crecimiento ha causado algunas tensiones en la disponibilidad", dijo Emmanuel Babeau, director financiero de Philip Morris, en una conferencia.

Hayley Richards, una empleada de seguros de 29 años de Boston, notó la escasez cuando su punto de venta habitual estaba agotado. Buscó en su coche y en su casa latas olvidadas y finalmente pidió en el sitio web de Zyn, donde, sin embargo, tiene que esperar dos semanas para la entrega.

Brian Patterson, quien trabaja en el sector de bienes raíces comerciales en San Diego, pidió que le enviaran 15 latas desde New Hampshire, ya que no pudo encontrar ninguna en su localidad. "Uso las bolsas para concentrarme mientras juego al golf o lleno hojas de cálculo", dijo el joven de 27 años. Ha probado otras marcas, pero no estaba satisfecho con su calidad.

Las medidas de Philip Morris para aumentar la capacidad de producción y la planeada apertura de una nueva planta de producción buscan resolver los cuellos de botella en el suministro a largo plazo. Queda por ver si los consumidores se mantendrán con la marca o se cambiarán a alternativas.