Las acciones de J Sainsbury, la segunda cadena de supermercados más grande de Gran Bretaña, cayeron un 6% el viernes después de que el mayor accionista, la Autoridad de Inversiones de Catar (QIA), vendiera casi un tercio de sus acciones.

Después de la venta, la QIA ahora posee aproximadamente el 9,5 % de las acciones, justo detrás del 10,1 % de la sociedad de inversión del empresario checo Daniel Křetínský. Las acciones de Sainsbury's cerraron en 271 peniques, una caída total del 9,4 % desde el comienzo del año, ya que los inversores cuestionan cada vez más la capacidad de la empresa para mantenerse en un competitivo mercado minorista británico.

El negocio es considerado por analistas como parte de la estrategia de \"gestión de cartera regular\" de QIA.

Sainsbury's anunció en febrero su intención de reducir los costos anuales en mil millones de libras, lanzar un programa de recompra de acciones de 200 millones de libras e introducir una "política de dividendos progresiva". A pesar de estas medidas, la confianza de los inversionistas sigue disminuyendo debido a la situación actual del mercado y la competencia.

Desde la entrada de QIA en 2007, cuando adquirió por primera vez una participación en Sainsbury's y aumentó su participación al 25%, QIA ha estado reduciendo gradualmente su posesión. Ya en 2021, QIA había vendido casi un siete por ciento de su participación en el minorista a Křetínský.

La importancia de QIA como accionista mayoritario se subraya aún más con la reciente transacción, que podría influir en la estabilidad financiera y la orientación estratégica de Sainsbury's. Mientras que QIA no ha emitido comentarios oficiales, los analistas de JPMorgan expresaron que no vinculan las ventas con eventos políticos y las consideran parte de un ajuste normal del portafolio.