Mientras otras marcas de lujo flaquean, Hermès asegura la mayor parte del crecimiento en el mercado de bienes de lujo en el segundo trimestre.

Los principales productores de artículos de lujo de Francia presentaron resultados muy distintos para el segundo trimestre la semana pasada.

Hermès captó más del 100% del crecimiento incremental de la industria en el último trimestre. Los compradores de lujo gastaron 440 millones de euros—equivalentes a 477,6 millones de dólares estadounidenses—más en las tiendas de la marca francesa en comparación con el mismo periodo del año anterior. Al mismo tiempo, gastaron 400 millones de euros menos en todas las demás marcas de lujo combinadas, según un análisis de Bank of America.

Esta evolución presenta un doble desafío para las marcas de lujo, que tienen problemas tanto en el extremo superior como en el inferior del espectro de consumidores.

Desde hace meses, está claro que los compradores de clase media en EE.UU. y China, los dos mercados más importantes de la industria del lujo, han reducido sus gastos. Los consumidores chinos están ahorrando en lugar de consumir debido a la caída del valor de sus bienes inmuebles. Los ingresos bajos y medios en EE.UU., que desarrollaron una preferencia por el lujo durante la pandemia, han agotado sus ahorros y han reducido considerablemente sus gastos.

Ahora, los consumidores adinerados parecen volverse más selectivos respecto a las marcas que compran. El CEO de Hermès, Axel Dumas, dijo que en la industria del lujo está en curso una "huida hacia la calidad", de la cual el fabricante de bolsos Birkin se beneficia gracias a su reputación de diseños atemporales. Los compradores chinos evitan especialmente las marcas llamativas y con muchos logotipos, debido a las crecientes preocupaciones sobre la economía y los problemas inmobiliarios del país.

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"La venta de joyas también se mantiene estable, ya que los compradores buscan productos que conserven su valor, a diferencia de la ropa o los bolsos. El propietario de Cartier, Richemont, registró un aumento del 4 % en la venta de joyas durante el trimestre, a pesar de que los ingresos totales de la empresa se vieron afectados por la débil demanda de relojes y artículos de moda. Las marcas de joyas de Kering, Boucheron y Pomellato fueron raros puntos brillantes en el portafolio.

Las perspectivas son sombrías para marcas como Gucci y Burberry, que se encuentran en una fase de cambio. Esta última emitió una advertencia de beneficios este mes y reemplazó a su CEO, después de que un esfuerzo de años para hacer al fabricante británico de gabardinas más exclusivo fracasara. Los precios de las acciones han caído al nivel de 2010.

Ambas marcas enfrentan una tarea difícil para atraer compradores. Ni Gucci ni Burberry son conocidas por los diseños clásicos que están de moda actualmente. Además, los drásticos aumentos de precios en los últimos años han ahuyentado a muchos compradores potenciales.

Las acciones de las marcas de lujo tienen un desempeño desigual. Las participaciones de Richemont y Hermès han subido un 15 % y un 8 %, respectivamente, desde principios de año, mientras que todas las demás están en negativo.

Inversores siguen el ejemplo de los compradores adinerados: en tiempos de incertidumbre, las marcas más exclusivas son la mejor apuesta.