En medio de tensiones geopolíticas, el mercado ha reaccionado con movimientos de precios comprensibles el viernes y el lunes que, por el momento, disipan los temores de una burbuja. A pesar de las altas valoraciones de las acciones, los inversores han demostrado ser capaces de emitir juicios fundados. El S&P 500 sufrió su mayor pérdida diaria desde enero el viernes, pero una disminución de casi el 1,5% cada tres meses es insignificante en comparación con mercados verdaderamente inflados en burbujas.

Curiosamente, los precios de las acciones y los rendimientos de los bonos disminuyeron, mientras que el petróleo y el oro aumentaron en respuesta a los temores de un contraataque de Irán contra Israel. Sin embargo, estas tendencias se invirtieron cuando se hizo evidente que Irán no buscaba una escalada. Esto sugiere que el mercado no actúa completamente irracional. En una burbuja, las malas noticias serían ignoradas o tendrían efectos enormes, ya que obligarían a los inversores a volver a los métodos tradicionales de valoración.

A pesar de estos signos tranquilizadores, también hay indicios de una mayor vitalidad del mercado, típica de mercados efervescentes. En el último año de la burbuja punto com, el promedio del VIX, una medida de la volatilidad esperada, estaba significativamente por encima del promedio a largo plazo. Hoy en día, también hay movimientos extremos del mercado, como las fuertes fluctuaciones comerciales en Trump Media & Technology.

Además, el comportamiento de los inversores muestra signos de exuberancia. El ánimo entre los inversores es muy positivo según encuestas, casi eufórico. Los toros superan ampliamente a los osos, lo que da motivo para la precaución, pues cuando los inversores ya están más que felices, es difícil hacerlos aún más felices.

Podría parecer paradójico encontrar buenas noticias en los movimientos del mercado impulsados por un potencial conflicto bélico en Oriente Medio. Los inversores que creen que una escalada es probable deberían invertir en petróleo, oro o bonos. Sin embargo, se advierte: apostar por desarrollos geopolíticos es extremadamente difícil. Para los inversores, los eventos del fin de semana son más bien una razón para reflexionar si hay demasiada euforia en los mercados de valores.