Empresas chinas en el campo de la Inteligencia Artificial (IA) enfrentan dos grandes desafíos para desarrollar chatbots que puedan competir con ChatGPT de OpenAI. Uno de los desafíos es superar los controles de exportación de EE.UU., que limitan la compra de los principales chips de IA.

El otro desafío consiste en asegurar que los chatbots estén alineados con la ideología de Xi Jinping. Esta doctrina, nombrada en honor al líder del Partido Comunista de China, enfatiza los valores socialistas y la dirección del partido sobre todo en China.

El lunes, las autoridades chinas recordaron a las empresas de IA cómo deben comportarse, presentando un nuevo chatbot entrenado en la teoría de los 14 puntos de Xi. Esta teoría enfatiza los valores socialistas y el papel de liderazgo del partido en todos los aspectos de la vida en China.

Oficialmente, el chatbot debe apoyar la ciberseguridad y la investigación en tecnologías de la información. Desarrollado por la Academia del Ciberespacio de China, el chatbot obtiene datos de siete fuentes, incluidas bases de datos profesionales sobre tecnología y la doctrina del 'Pensamiento de Xi Jinping sobre el Socialismo con Características Chinas para una Nueva Era'.

China y Estados Unidos compiten por el liderazgo en el campo de la IA, un sector que podría impulsar el crecimiento económico y revolucionar la forma de trabajar de las personas. Sin embargo, en un subsector de la IA, las empresas chinas enfrentan desventajas debido a que Pekín censura no solo lo que pueden decir los chatbots, sino también de qué datos pueden aprender.

El chatbot anunciado el lunes se somete a pruebas internas en el Instituto de Investigación del Ciberespacio de China, y no está claro si estará disponible al público. Según el anuncio de la Autoridad Reguladora del Ciberespacio de China, las personas con acceso al chatbot pueden hacer preguntas sobre tecnología de redes, y este puede generar respuestas en chino e inglés.

China anunció planes en 2017 para convertirse en la potencia líder mundial en todos los aspectos de la IA para 2030. Se ha delineado una agenda de dirección descendente que insta a instituciones educativas y empresas a participar, y han respondido.

En la competencia con Estados Unidos, China tiene algunas ventajas naturales. Con 1.400 millones de personas, el país cuenta con potencialmente muchos más datos para entrenar rápidamente sistemas de vehículos autónomos y visión por computadora, un área que incluye la interpretación de información a partir de imágenes y videos.

Estados Unidos tiene la delantera en el desarrollo de chatbots como el ChatGPT de OpenAI. Los sistemas de IA desarrollados por OpenAI, Google y otros, requieren grandes cantidades de información para aprender. Esto ha llevado a asociaciones como el reciente acuerdo de licencia de contenido entre OpenAI y News Corp, propietario de The Wall Street Journal, en el que la editorial proporcionará datos para mejorar ChatGPT.

En China, los desarrolladores de IA se enfrentan a restricciones. Al igual que la autoridad reguladora del ciberespacio del país bloquea el acceso a Google, Facebook y fuentes de noticias extranjeras, existe una lista previamente aprobada de fuentes de las cuales pueden aprender los chatbots de IA, explicó Rebecca Arcesati, analista del Mercator Institute for China Studies, un think tank alemán. La autoridad reguladora también verifica que los chatbots eviten temas políticamente sensibles.

"Estos grandes modelos deben implementar los valores fundamentales del socialismo", dijo Arcesati. "Existe este desafío de la orientación política al que los desarrolladores de IA generativa deben enfrentarse."

Hay indicios de que los reguladores chinos están suavizando las restricciones sobre la IA para hacer los chatbots más competitivos. El año pasado, las autoridades reguladoras publicaron normativas de IA que atenuaban propuestas anteriores, lo que sugiere que están tratando de encontrar un equilibrio entre el control del discurso y la libertad de innovación para las empresas.

A pesar de las restricciones en cuanto a los datos sobre los que pueden entrenarse y los contenidos que pueden emitir, parece que algunos chatbots chinos son buenas alternativas a ChatGPT, dijo Arcesati. "Considerando las restricciones políticas y la falta de acceso a fuentes de datos más extensas y sin censura, todavía se desempeñan bastante bien", afirmó ella.

A largo plazo, sin embargo, la brecha entre los chatbots americanos y chinos podría aumentar, ya que las empresas chinas se enfrentan al mayor problema de carecer de los mejores chips de IA.