Los inversores de todo el mundo tienen grandes esperanzas puestas en OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT.

La ronda de financiamiento prevista debería recaudar un mínimo de 6 mil millones de dólares. Thrive Capital, bajo la dirección de Josh Kushner, ya ha invertido 1 mil millones de dólares. Otros posibles inversores incluyen a Tiger Global y el fondo estatal MGX de los Emiratos Árabes Unidos. Mientras que inversores reconocidos como Sequoia Capital y Andreessen Horowitz no participarán en la ronda, la demanda para invertir en OpenAI sigue siendo alta.

Inversores como Thrive Capital apuestan por el enorme potencial de OpenAI en el creciente mercado de la inteligencia artificial generativa. Esta tecnología, que se describe como "la mayor oportunidad de plataforma desde el internet", podría generar billones de dólares en valor económico, según los analistas. Sin embargo, el compromiso también conlleva riesgos. OpenAI enfrente una dura competencia de gigantes tecnológicos como Google y Meta y debe seguir realizando inversiones masivas para mejorar sus modelos tecnológicos y mantener la ventaja sobre sus competidores.

A pesar de una facturación anual actual de 3.600 millones de dólares, según informes internos, OpenAI quema anualmente más de 5.000 millones de dólares y aún está lejos de ser rentable. Los altos costos para el desarrollo de nuevos modelos y la consecuente necesidad de obtener capital de manera continua hacen que el modelo de negocio sea especialmente desafiante.

Un beneficio decisivo para OpenAI es la asociación estratégica con Microsoft, que ya ha invertido 13 mil millones de dólares en la empresa. Según fuentes internas, una colaboración más estrecha con Apple, la empresa líder mundial en el área de consumo, podría traer más ventajas. Estas fuertes alianzas podrían proporcionar a OpenAI una ventaja significativa en la competencia con Google y Facebook, especialmente en términos de distribución y percepción de marca.

A pesar de las altas expectativas, también hay escepticismo. Algunos inversores dudan de si OpenAI puede alcanzar los objetivos ambiciosos y consideran las altas apuestas como arriesgadas. La competencia no deja de crecer: con competidores como Anthropic y xAI de Elon Musk, hay más jugadores preparados para posicionarse en el sector de la IA.