Coinbase, la conocida plataforma de intercambio de criptomonedas, no ceja en su empeño: Tras el rechazo de la SEC, el regulador bursátil de EE. UU., a una iniciativa para desarrollar regulaciones para los activos digitales, la compañía ahora vuelve a exigir un marco regulatorio apropiado. El enfrentamiento con la SEC se ha prolongado desde julio de 2022, cuando Coinbase solicitó en una petición normativas uniformes para los valores ofrecidos y negociados digitalmente. "Valores nativos digitales", argumentaba Coinbase en ese momento, se diferencian significativamente de los instrumentos financieros tradicionales por su registro y transferencia mediante tecnología de libro mayor distribuido. La necesidad de un conjunto especializado de reglas es evidente, ya que las transacciones se ejecutan en tiempo real y se hacen permanentemente visibles en la cadena de bloques.

Gary Gensler, el jefe de la SEC, rechaza esta demanda. En su opinión, las regulaciones existentes son suficientes y no se necesita un ajuste especial para el sector de las criptomonedas. La postura de Gensler intensificó la crítica de Coinbase y también hubo disensión dentro de la propia SEC. Los comisionados Hester M. Peirce y Mark T. Uyeda subrayaron la importancia de abordar las cuestiones planteadas por las nuevas tecnologías para una regulación responsable.

Coinbase no acepta la decisión de la SEC y ahora se ha dirigido al Tribunal de Apelaciones de EE. UU. para el Tercer Circuito para presentar de nuevo su demanda por un marco regulatorio claro. La empresa argumenta que el rechazo de la SEC viola la Ley de Procedimiento Administrativo, ya que se ha producido de manera arbitraria y sin motivos justificados. Coinbase critica en particular que la SEC no puede explicar cómo sus normas existentes son aplicables a las criptomonedas, mientras que al mismo tiempo toma medidas enérgicas contra empresas de cripto como Ripple y Genesis.

La exigencia de Coinbase de un marco regulatorio específico para activos digitales ejemplifica los conflictos más profundos entre la industria de las criptomonedas y las autoridades reguladoras. Un conjunto de normas completo no solo podría beneficiar a Coinbase, sino a toda la industria, proporcionando mayor claridad y seguridad en el manejo de activos digitales.