El Commerzbank de nuevo en el centro de atención, ya que el gobierno federal aumenta inesperadamente su participación en el banco, dejando en suspenso los planes especulados de retirada por el momento. Las especulaciones sobre la posición de liderazgo del banco también están en pleno apogeo.

El debate sobre la salida del estado en el Commerzbank, que ya lleva un tiempo en marcha, ha tomado un giro sorprendente. El gobierno federal ha decidido no vender su participación en el instituto como parte de un programa de recompra de acciones. Como resultado, se espera que la participación del estado en el banco aumente del 15,75 por ciento a aproximadamente el 16,5 por ciento.

Esta decisión es sorpresiva sobre todo teniendo en cuenta que muchos en la gerencia del banco esperaban que el gobierno federal vendiera acciones como parte del programa de recompra de acciones para evitar que la participación estatal aumentara. El Commerzbank en sí no quiso hacer comentarios sobre este tema.

No es el primer programa de recompra de acciones en el cual el gobierno federal no participa. Ya en junio de 2023, había incrementado su participación del 15,6 al 15,75 por ciento debido a un programa de recompra valorado en 122 millones de euros. Ahora está en marcha un segundo programa, en el cual el instituto desea recomprar sus propias acciones por un valor de hasta 600 millones de euros. Esto reduce el capital flotante y, por ende, automáticamente la participación del Estado.

Este desarrollo probablemente ganará aún más importancia, ya que Commerzbank ha prometido mayores participaciones en las ganancias. Para el año 2024, planea distribuir al menos el 70 por ciento de las ganancias, y en los años siguientes incluso alrededor del 90 por ciento.

El Estado rescató al Commerzbank durante la crisis financiera de 2008/2009 con 18 mil millones de euros, pero las ayudas estatales ya han sido reembolsadas. Sin embargo, el gobierno federal sigue siendo el mayor accionista individual.

Ministro de Finanzas Christian Lindner ha enfatizado reiteradamente que el Estado no desea permanecer involucrado de forma permanente en el Commerzbank. La Agencia de Finanzas revisa periódicamente la participación, pero actualmente no hay planes concretos para reducir significativamente la participación o venderla por completo. Lindner toma en cuenta no solo los intereses de los contribuyentes, sino también la importancia del banco para el centro financiero y la economía de las medianas empresas.

A pesar del auge de Commerzbank en los últimos años, especialmente bajo la dirección de CEO Manfred Knof, quien ha eliminado casi 10.000 puestos de trabajo y cerrado numerosas sucursales, ahora se debate intensamente sobre el futuro del liderazgo del banco.

El contrato de Knof expira en 2025, pero aún no ha comentado si busca un nuevo mandato. El presidente del consejo supervisor, Jens Weidmann, planea hablar con Knof sobre una posible extensión del contrato a finales de 2024.

La cuestión del personal es especialmente delicada porque la directora financiera Bettina Orlopp ya había aspirado a convertirse en CEO durante el último cambio en la cúpula del instituto. Sin embargo, el Consejo de Supervisión optó por Knof. Para retener a Orlopp, fue nombrada CEO adjunta.

Sin embargo, sigue siendo considerada candidata para puestos más altos en otras empresas, lo que sería una gran pérdida para Commerzbank. Queda por ver cómo evoluciona la situación y quién tomará las riendas del banco en el futuro.