Starbucks ha destituido inesperadamente a su CEO Laxman Narasimhan y lo ha reemplazado con Brian Niccol, el actual jefe de la cadena de burritos Chipotle Mexican Grill. La decisión, anunciada el martes, provocó un fuerte aumento del 24,5 % en las acciones de Starbucks, mientras que las acciones de Chipotle cayeron un 7,5 %.

Narasimhan, que llegó a Starbucks hace menos de dos años desde la empresa británica Reckitt Benckiser, renunció con efecto inmediato. Niccol asumirá su nuevo cargo en Starbucks el 9 de septiembre. Mientras tanto, la directora financiera Rachel Ruggeri se encargará de dirigir la empresa.

El cambio en la cúpula de la empresa se produce en un momento en que Starbucks está bajo una presión considerable. Además de enfrentarse a una caída en las ventas, la compañía está lidiando con la influencia del inversor activista Elliott Management y con continuos conflictos con el sindicato de baristas. También el ex-CEO de Starbucks, Howard Schultz, quien tuvo un impacto significativo en la compañía, ha criticado públicamente la estrategia de la administración.

Bajo Narasimhan, Starbucks experimentó la primera disminución en ventas comparables desde 2020, lo que provocó un creciente descontento. Schultz, que sigue siendo un accionista influyente en la empresa, se había opuesto en privado a un acuerdo con Elliott, que entre otras cosas, exigía representación en el consejo.

La decisión a favor de Niccol fue iniciada por Mellody Hobson, la directora de larga trayectoria de la compañía. Hobson explicó en una entrevista que las conversaciones sobre un cambio de liderazgo habían comenzado hace meses.

Brian Niccol, quien ha dirigido Chipotle desde 2018, ha casi duplicado los ingresos y aumentado el precio de las acciones en casi un 800 por ciento. Starbucks espera que Niccol pueda lograr éxitos similares en la gigante del café. Bajo su liderazgo, Starbucks debería superar los desafíos recientes y volver a la senda del crecimiento.

Los inversores reaccionaron positivamente a la noticia, lo que hizo que el precio de las acciones subiera drásticamente. Bajo Narasimhan, la acción había perdido cerca de una quinta parte de su valor, principalmente debido a la debilidad de las ventas y a una difícil situación del mercado en China.