Planes fiscales del Partido Laborista: ¿Riesgo para la economía británica?

Rachel Reeves, la ministra de Finanzas británica, enfrenta el desafío de implementar sus ambiciosos planes fiscales, que podrían convertirse en una posible desgracia para la economía. Su estrategia de generar fondos adicionales mediante aumentos de impuestos a los súper ricos y al capital privado para financiar el sistema de salud genera escepticismo. Antes de las elecciones, Labour había anunciado que los "hombros más anchos" soportarían la mayor carga, pero la realidad muestra que estos hombros ya están fuertemente cargados. La autoridad fiscal británica señala el aumento de la carga sobre los británicos con altos ingresos, quienes actualmente pagan más impuestos por cada libra adicional ganada que en cualquier otro país del G7. La tasa impositiva marginal del 66% para los trabajadores con altos ingresos es la más alta en comparación con Francia, que es del 60%, y Estados Unidos, del 33%. El Office for Budget Responsibility (OBR) advierte que tales tasas elevadas pueden reducir significativamente la disposición a trabajar más y avanzar en la carrera. La dependencia del Reino Unido de los altos ingresos para financiar los servicios públicos es evidente. El 1% más alto de las personas con ingresos es responsable de más de una cuarta parte de los ingresos totales por el impuesto sobre la renta. Mientras tanto, la proporción que contribuyen el 50% inferior se ha casi reducido a la mitad desde la década de 1970. Carl Emmerson del Institute for Fiscal Studies destaca que los ingresos más altos han sido efectivamente aliviados fiscalmente en las últimas décadas, pero la carga creciente sobre los que más ganan sigue aumentando. Esta situación ya no afecta solo a los súper ricos, sino también a la clase media, que cada vez más es empujada a tramos impositivos más altos. Las medidas fiscales, como la congelación de los umbrales de impuesto, están llevando a más personas al tipo impositivo superior. Además, Reeves planea centrar la atención en el impuesto sobre las ganancias de capital, lo que ya genera preocupaciones sobre los posibles efectos negativos en la inversión y el crecimiento económico. Queda la pregunta de si Reeves podrá cumplir sus promesas sin recurrir masivamente a aumentos de impuestos para las "personas trabajadoras". La presión para encontrar soluciones innovadoras en política fiscal crece, mientras que las propuestas de anteriores asesores políticos son vistas cada vez más con escepticismo.