Medida disciplinaria en Bloomberg: Violación del embargo trae consecuencias

Bloomberg News ha sancionado disciplinariamente a varios periodistas después de que estos rompieran un embargo relacionado con un significativo intercambio de prisioneros. Esto representó una clara violación de los estándares editoriales, declaró el lunes el editor en jefe John Micklethwait en un correo electrónico dirigido al personal. Una investigación realizada por el editor de estándares de la organización condujo a dichas medidas, aunque los detalles no fueron especificados. El artículo en cuestión fue publicado el pasado jueves a las 7:41 a.m. y relataba el complejo intercambio de prisioneros que condujo a la liberación del reportero del Wall Street Journal Evan Gershkovich y otros. Dos personas informadas confirmaron que Jennifer Jacobs, una corresponsal de alto rango en la Casa Blanca y autora principal del artículo, ha dejado la empresa. Otro editor involucrado fue degradado. En una declaración publicada en redes sociales, Jacobs expresó su profunda consternación porque su reportaje podría haber puesto en peligro la seguridad de un colega. Recalcó que había seguido las directrices editoriales durante la cobertura y que nunca había infringido intencionadamente el embargo establecido por el gobierno. Muchos medios de comunicación estadounidenses, incluida The New York Times, habían recibido información sobre el intercambio con antelación de manos de funcionarios gubernamentales, pero bajo la condición de que la noticia no se publicara hasta que los prisioneros estuvieran seguros bajo custodia estadounidense. En el artículo original de Bloomberg se afirmaba erróneamente que los estadounidenses ya habían sido liberados. Aproximadamente una hora más tarde, el artículo fue actualizado con una nota de corrección. Micklethwait enfatizó en su correo electrónico que el artículo se "publicó prematuramente" y podría haber puesto en riesgo el intercambio. Aunque el artículo no tuvo un impacto negativo final, fue una clara violación de los estándares y puso en riesgo la confianza que la redacción de noticias goza en todo el mundo. Se disculpó ante Emma Tucker, la editora en jefe del Wall Street Journal, así como personalmente ante cada uno de los prisioneros. "Publicamos miles de historias diariamente y nos tomamos la precisión muy en serio", escribió Micklethwait. "Pero también tenemos la responsabilidad de hacer lo correcto. En este caso, no lo logramos.