El turbulento destino de Adrian Cheng y New World Development

Adrian Cheng, heredero de una de las familias más ricas de Hong Kong, asumió en 2020 como CEO de la empresa familiar New World Development. En ese momento, la compañía cotizaba con una capitalización de mercado de más de HK$ 90 mil millones (US$ 11,5 mil millones) en sintonía con el auge económico de China. Cuatro años después, la situación ha cambiado: las acciones de la empresa han perdido más del 80 por ciento de su valor, debido a la caída del mercado inmobiliario. Cheng está bajo crítica por sus costosos proyectos y su sucesión, anteriormente asegurada, está en duda después de que su padre Henry declarara la posible contratación de externos. En septiembre, New World anunció que esperaba una pérdida anual de hasta HK$ 20 mil millones, la primera en dos décadas. Cheng, una esperanza de la tercera generación, se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su carrera. "Estamos ante una de las combinaciones más difíciles en décadas, desde tasas de interés altas hasta condiciones de mercado inciertas", declaró a Financial Times. La dinastía Cheng, influyente en el mercado inmobiliario de Hong Kong, fue construida por el patriarca Henry, quien según Bloomberg posee una fortuna de aproximadamente $17,7 mil millones. Adrian, el mayor de cuatro hermanos, fue especialmente valorado por su difunto abuelo, quien fundó New World en 1970. Con un título de la Universidad de Harvard, Adrian Cheng comenzó su carrera en Goldman Sachs y UBS, antes de unirse a New World en 2007 como Director Ejecutivo. Desarrolló el modelo de "comercio cultural", que integra arte y diseño en proyectos inmobiliarios, y lanzó en 2008 K11, una marca de centros comerciales y edificios de oficinas. El año pasado, Cheng organizó un desfile de moda de Louis Vuitton frente al complejo K11 Musea, un proyecto de $2,6 mil millones en el lujoso Victoria Harbour. Sin embargo, a pesar de estos enfoques innovadores, empleados actuales y anteriores expresaron preocupaciones debido a la expansión agresiva de la empresa bajo el liderazgo de Cheng. Entre los proyectos significativos de los últimos años se incluyen un complejo de comercio y oficinas de $2,6 mil millones junto al aeropuerto de Hong Kong y un proyecto de $1,3 mil millones en Shenzhen. Analistas de UBS estiman que New World podría alcanzar una deuda neta del 84 por ciento para junio de 2024, especialmente ante el estado del mercado inmobiliario en Hong Kong. Mientras Cheng toma medidas enérgicas para estabilizar la empresa, el desafío sigue siendo enorme. El mercado inmobiliario de Hong Kong ha luchado desde 2019 con disturbios políticos y estrictas medidas pandémicas. Además, las altas tasas de interés en EE. UU. afectan el mercado, ya que la moneda de Hong Kong está vinculada al dólar estadounidense. Internamente también hay inquietud: el año pasado, Henry Cheng avivó las especulaciones sobre la sucesión al declarar que aún no había designado un sucesor fijo. Cada uno de los cuatro hermanos ahora dirige diferentes áreas de la empresa, mientras Adrian continúa en el punto de mira.