El fabricante de automóviles japonés Nissan ha lanzado un programa de emergencia radical: el gigante del automóvil anunció recortes masivos de empleos y una reducción a la mitad del salario del CEO Makoto Uchida para evitar el colapso inminente. El anuncio de las medidas se produce inmediatamente después de la publicación de una pérdida trimestral, una señal amarga para el tercer mayor fabricante de automóviles de Japón.
Drástica reducción en la producción y masiva disminución de costos.
En un intento desesperado por volver a ser rentable, Nissan planea reducir su capacidad de producción global en un 20 por ciento. Esto va acompañado de una reducción de los costos operativos en 400 mil millones de yenes (alrededor de 2,6 mil millones de dólares estadounidenses). Uchida justificó este profundo recorte con el hecho de que Nissan ha reaccionado demasiado tarde a los rápidos cambios del mercado, especialmente en la demanda de vehículos híbridos y eléctricos. "Hemos aprendido una lección difícil y no hemos podido adaptarnos a tiempo", admitió Uchida en una conferencia de prensa en línea.
Fuerte competencia de China y disminución de la demanda
Las dificultades de Nissan reflejan una profunda crisis que ha abarcado a toda la industria automotriz global.
Enfoque en alianzas estratégicas
Un nuevo paso estratégico es la reducción de la participación de Nissan en Mitsubishi Motors para crear margen financiero. Tras el debilitamiento de la alianza con Renault, Nissan centra su enfoque en una asociación con Honda. Está prevista la introducción de un nuevo vehículo eléctrico para finales de la década y el desarrollo conjunto de soluciones de software para competir al mismo nivel que los rivales chinos.
Recortes de empleo como último recurso
Con los 9.000 puestos eliminados, que representan casi el siete por ciento de toda la plantilla, Nissan golpea a sus empleados en su punto más sensible. "Dada la grave situación, es inevitable tomar decisiones difíciles", declaró la empresa. La pérdida operativa de 9,3 mil millones de yenes en el último trimestre es clara y representa un deterioro masivo en comparación con la ganancia del año anterior de 190,7 mil millones de yenes.
Un nuevo portador de esperanza: el Director de Rendimiento
Para acelerar el cambio de rumbo, Nissan quiere introducir a partir de diciembre la nueva posición de Director de Rendimiento. Este cargo permitirá tomar decisiones rápidas y estará más enfocado en asegurar las ventas y la rentabilidad, lo que es una clara señal de la urgencia de la crisis. El plan incluye revisar la cartera de modelos existente, que en parte está obsoleta, y abordar el mercado estadounidense con híbridos enchufables modernos. Además, se introducirán nuevos vehículos eléctricos en China.
Un nuevo comienzo para el futuro
Nissan se encuentra en medio de una crisis existencial cuyo desenlace sigue siendo incierto. Con un estricto plan de ahorro, asociaciones estratégicas y un enfoque en tecnologías orientadas al futuro, el fabricante de automóviles intenta salir del valle. Si lo logrará, se verá en los próximos meses: las medidas son drásticas, pero tal vez sea exactamente el llamado de atención necesario.