HSBC considera una reducción significativa de su negocio de banca minorista en países fuera de sus principales mercados del Reino Unido y Hong Kong. Mercados como México podrían verse afectados, donde la empresa podría enfocar sus actividades en clientes "Premier" más ricos, según personas familiarizadas con el asunto.

México, antes considerado un mercado de crecimiento estratégico, está bajo revisión. HSBC ingresó allí en 2002 mediante la adquisición de Grupo Financiero Bital. A pesar de un volumen de depósitos de casi 30 mil millones de dólares, que convierte a México en el noveno mercado más grande del banco, los costos operativos anuales ascienden a 1.8 mil millones de dólares. Además, el negocio ha enfrentado problemas de reputación: en 2012, HSBC tuvo que pagar una multa de 2 mil millones de dólares por acusaciones de lavado de dinero, lo que llevó al entonces presidente Douglas Flint a hablar de una "experiencia humillante".

El problema es la falta de escala en el negocio de consumo", dijo una persona familiarizada con la revisión. HSBC podría reducir su presencia en el mercado masivo y concentrarse en cambio en la banca Premier y en clientes más adinerados.

Bajo el liderazgo de Georges Elhedery, nuevo CEO del banco desde septiembre, HSBC apunta a una reducción de costos y una reorientación de la estrategia empresarial. La empresa busca ahorros de hasta 500 millones de dólares al año, principalmente a través de la eliminación de puestos de trabajo y la reducción de costos generales.

HSBC se ha retirado de negocios de consumo deficitarios en Francia, EE.UU. y Canadá. También en mercados como Malasia e Indonesia se está considerando si el negocio debería centrarse en clientes premium en lugar de una oferta amplia para el mercado masivo.

Elhedery también lleva a cabo amplias reformas internas, incluyendo la consolidación de posiciones de liderazgo y la eliminación del prestigioso título de "Gerente General" para simplificar la estructura.

La reorientación estratégica de HSBC refleja pasos similares del rival internacional Citigroup, que actualmente se está retirando de su negocio de consumo en México. Ambos bancos están respondiendo así a los desafíos de una expansión empresarial globalizada, que cada vez está más limitada por la presión de eficiencia y costos.

HSBC se negó a comentar sobre los planes.