La inminente administración Trump planea revisar fundamentalmente el marco regulatorio para vehículos autónomos en los EE. UU. El objetivo es facilitar la introducción de vehículos sin volantes ni pedales, según informan los expertos. En particular, Tesla y su CEO Elon Musk, un estrecho aliado del presidente designado Donald Trump, podrían beneficiarse de las medidas planificadas.
Después de conocerse los planes, las acciones de Tesla subieron más del 7 por ciento el lunes y han registrado un aumento del 28 por ciento desde las elecciones. En contraste, las acciones de Uber y Lyft, que podrían verse presionadas por la red de robotaxis planeada por Tesla, cayeron más del 6 por ciento cada una.
Actualmente, las regulaciones estadounidenses vigentes limitan el número de vehículos autónomos sin control humano que un fabricante puede desplegar por año a 2,500 unidades. Tesla ya ha anunciado planes para producir una gran cantidad de robotaxis para 2026, pero las regulaciones actuales y las normas de seguridad representan un obstáculo significativo.
El Departamento de Transporte de EE. UU. podría emitir reglamentaciones limitadas a través de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA), sin embargo, será necesaria una regulación legal más amplia a nivel federal para permitir la adopción generalizada de vehículos autónomos. Un proyecto de ley bipartidista que podría establecer estos marcos se encuentra, según fuentes, en una fase temprana de discusión.
Elon Musk ha abogado repetidamente por un proceso de aprobación unificado para vehículos autónomos. Durante los últimos resultados trimestrales de Tesla, anunció que usaría su influencia en el nuevo gobierno de Trump para impulsar regulaciones correspondientes. Además, Musk fue nombrado copresidente de un nuevo ministerio para la eficiencia gubernamental, que tiene como objetivo reducir la burocracia y disminuir los obstáculos regulatorios.
Tesla está bajo presión, ya que competidores como Waymo (Alphabet) y Cruise (General Motors) ya están probando vehículos autónomos. Sin embargo, estas empresas utilizan modelos con volantes y pedales para cumplir con las regulaciones actuales. Las preocupaciones de seguridad siguen siendo un tema central: incidentes como el accidente mortal de un vehículo Cruise y las investigaciones de la NHTSA sobre sistemas autónomos aumentan el escepticismo público.
Intentos pasados de aprobar leyes federales para vehículos autónomos fracasaron. Un proyecto de ley anterior durante el primer mandato de Trump fue aprobado por la Cámara de Representantes, pero fracasó en el Senado. Hubo resistencias especialmente contra disposiciones que pretendían limitar las demandas de los consumidores. La administración Trump podría ahora revivir estos esfuerzos y establecer una dirección clara para la regulación de vehículos autónomos.