„Eso suena loco. Voy a echarle un vistazo”, comentó Elon Musk en la plataforma de redes sociales X en respuesta a una publicación que señalaba el alto nivel de ausentismo en la Gigafactory alemana. El comentario siguió a la noticia de que Tesla realiza visitas domiciliarias a empleados de la fábrica que se reportan enfermos con frecuencia, una medida que es extremadamente rara en la industria alemana.
El director de planta André Thierig defendió la práctica ante la agencia de prensa alemana: "Las visitas domiciliarias no son inusuales, muchas empresas las hacen." Según él, es un intento de apelar a la moral de trabajo del personal. Sin embargo, el sindicato IG Metall criticó duramente la medida, calificándola como una "acción absurda." Señalan una carga de trabajo extremadamenta alta en la planta, que en su opinión ha contribuido al aumento de los casos de enfermedad.
Según Tesla, el ausentismo laboral alcanzó temporalmente el 15 por ciento o más durante los meses de verano, lo cual está claramente por encima del promedio de la industria. En general, Tesla emplea a alrededor de 12.000 trabajadores en su fábrica en Grünheide, Brandeburgo. La fábrica, que lleva más de dos años produciendo autos eléctricos, ha atraído repetidamente atención debido a sus condiciones laborales.
La discusión sobre la ética laboral y las medidas de control de la plantilla también han impactado en los mercados de capital. La acción de Tesla, que se negocia en la NASDAQ, subió un 2,45 por ciento tras conocerse la inspección planificada por Musk y cerró en 260,46 euros.
Con el anunciado visita de Musk, Tesla aparentemente quiere frenar el debate sobre las condiciones laborales y enviar una señal de que quiere abordar los problemas. Queda por ver si la medida inusual contribuirá a mejorar la situación a largo plazo o será objeto de críticas.