La tensa situación del mercado deja profundas huellas en el fabricante de automóviles de Wolfsburg. En lugar de un aumento planeado de las entregas de hasta un tres por ciento en comparación con el año anterior, Volkswagen ahora solo espera ventas de alrededor de nueve millones de vehículos. Originalmente, la empresa había tenido como objetivo 9,5 millones de vehículos. En consecuencia, la previsión de ingresos también es más baja: se espera que los ingresos del grupo en 2024 se sitúen en alrededor de 320 mil millones de euros, y por ende apenas por debajo del nivel alcanzado el año anterior de 322 mil millones de euros.
Volkswagen-Aktie reagierte nachbörslich mit einem Kursrückgang, Porsche SE korrigiert Gewinnprognose nach unten.
También la rentabilidad del consorcio será más débil de lo esperado. Volkswagen espera un resultado operativo de 18 mil millones de euros, lo que equivale a un margen operativo de alrededor del 5,6 por ciento. Con esto, la previsión queda significativamente por detrás del rango previamente apuntado de 6,5 a 7,0 por ciento. Ya en julio, Volkswagen había reducido sus expectativas, ya que los costos de la polémica planta de Audi en Bruselas afectan los resultados.
Las causas de las cifras débiles son variadas. Además de la debilidad económica general, el sector automovilístico sufre por la caída del mercado chino, que durante años se consideró un motor de crecimiento. Especialmente la marca principal VW Pkw tuvo que ceder en China y perdió su liderazgo de mercado ante el fabricante local BYD, que cada vez más domina con vehículos eléctricos a precios accesibles. También los otros fabricantes alemanes de autos premium, Mercedes-Benz, BMW y Porsche, luchan con cifras de ventas en declive, ya que los clientes chinos adinerados invierten con más cautela debido a la crisis inmobiliaria prolongada.
Además, la venta de vehículos eléctricos en Europa se ha estancado, lo que sigue presionando a los fabricantes de automóviles. Las inversiones multimillonarias en la electrificación de las flotas no han logrado el avance esperado hasta ahora. Consecuencia: los márgenes se reducen y los fabricantes se ven cada vez más presionados por los costos.
Sobre todo, la marca principal VW automóviles planea, por lo tanto, ahorros masivos. Hace unas semanas, Volkswagen anunció el fin de la garantía de empleo de décadas. Las despedidas por razones operativas y los posibles cierres de fábricas ya no son tabú. El grupo enfrenta reestructuraciones profundas para asegurar la rentabilidad en un entorno de mercado difícil.
Tampoco la propia división de servicios financieros del grupo, que tradicionalmente ha sido un factor estabilizador en tiempos de crisis, pudo compensar el débil resultado. La disminución de la demanda de servicios de arrendamiento y financiación, así como un entorno de tipos de interés difícil, afectan adicionalmente a la división.
Con esta nueva revisión de las previsiones, Volkswagen se suma a la lista de los conglomerados automotrices golpeados, que sufren bajo las condiciones cambiantes y los desafíos de la transformación. El entorno económico sigue siendo tenso, y la industria enfrenta un difícil tramo final del año.