Volkswagen, el mayor fabricante de automóviles de Alemania, ha alcanzado un acuerdo multimillonario con el comité de empresa en una noche de negociación de 70 horas, que redefine el futuro de la empresa y sus plantas alemanas. El mensaje: hay recortes, pero no cierres de plantas. Y eso en un entorno que difícilmente podría ser más duro.
Reducción de capacidad en lugar de recortes drásticos: Cómo VW planea ahorrar 4 mil millones de euros
„No se cerrará ninguna planta, nadie será despedido“, aseguró Daniela Cavallo, presidenta del poderoso comité de empresa de VW, el viernes. Pero detrás de esta fachada tranquilizadora hay un acuerdo con consecuencias de gran alcance: la capacidad de producción en cinco plantas alemanas se reducirá en 734,000 vehículos por año. Además, se eliminarán 35,000 puestos de trabajo para 2030, sin despidos forzados. La receta: indemnizaciones voluntarias y no cubrir las vacantes.
Con el acuerdo, VW ahorra anualmente cuatro mil millones de euros. Una suma considerable que se necesita urgentemente para hacer frente a la tendencia a la baja en Europa y la feroz competencia en China.
Blumes riskantes Manöver: Erfolg oder Niederlage für den VW-Chef?
El jefe de VW, Oliver Blume, calificó el acuerdo como una "señal importante para la viabilidad futura de la marca Volkswagen". Sin embargo, tras bambalinas, el ambiente probablemente sea menos eufórico. Todavía en septiembre, Blume había anunciado medidas más drásticas, incluida el cierre de al menos tres plantas en Alemania. Las negociaciones con el comité de empresa, sin embargo, llevaron a un compromiso que asegura los empleos, pero también debilita la autoridad de Blume.
Sus críticos en Wolfsburgo tenían altas expectativas: Blume debía lograr lo que sus predecesores no pudieron, simplificar radicalmente las estructuras de la empresa tradicional. Sin embargo, el poderoso comité de empresa, que controla la mitad de los asientos en el consejo de supervisión, estableció límites. Después de varias huelgas en diciembre, quedó claro que la plantilla no dudaría en recurrir a medidas drásticas.
Los desafíos: mercados en contracción y competencia china
VW está bajo una presión inmensa. El mercado europeo ha disminuido en 500.000 vehículos vendidos por año desde la pandemia. Sin embargo, pesa más la rápida disminución de la cuota de mercado en China, el mercado más lucrativo del grupo. En cinco años, VW ha perdido casi la mitad de su cuota de mercado allí.
Al mismo tiempo, los fabricantes chinos de vehículos eléctricos como BYD están entrando agresivamente en el mercado europeo y ponen en peligro la posición de VW. La empresa ahora apuesta todo a vehículos eléctricos más baratos para seguir siendo competitiva tanto en Europa como en China.
La familia Porsche-Piëch insiste en la eficiencia
Die Mehrheitsaktionäre, die Familie Porsche-Piëch, haben in den vergangenen Monaten immer wieder ihren Wunsch nach härteren Kostensenkungen deutlich gemacht. Ihre Hauptsorge: sinkende Dividendenausschüttungen angesichts der anhaltenden Herausforderungen in der Automobilbranche.
El acuerdo actual podría ser solo un primer paso. Sigue siendo cuestionable si los ahorros logrados serán suficientes para estabilizar la rentabilidad a largo plazo, especialmente porque VW debe seguir invirtiendo fuertemente en el desarrollo de nuevas tecnologías.
Die nächste Herausforderung: Die Elektro-Revolution
Con el cambio a la electromovilidad, VW enfrenta no solo una revolución tecnológica, sino también cultural. El objetivo: vehículos eléctricos asequibles que puedan frenar el éxito de la competencia china. Sin embargo, el desarrollo de estos modelos es costoso, y VW tiene poco margen para errores.
El acuerdo con el consejo de empresa le da tiempo al grupo, pero los verdaderos desafíos aún están por delante. Si al final Blume pasará a la historia como un reparador o un reformador fracasado, se verá en los próximos años. Está claro: la competencia no duerme, y VW no puede permitirse quedarse quieto.