La economía de EE. UU. desafía las subidas de tipos de interés con un crecimiento sólido y una inflación a la baja.

La economía estadounidense registró un sólido crecimiento del 2,8 por ciento en el tercer trimestre de 2024. Este crecimiento fue respaldado por un gasto constante de los consumidores y un aumento significativo del gasto público, a pesar de los tipos de interés en alza. Los consumidores mostraron disposición a gastar, incrementando su consumo en un 3,7 por ciento en bienes esenciales como atención médica, visitas a restaurantes y vehículos. En particular, el gasto en defensa contribuyó a la dinámica económica y equilibró los efectos de un aumento en las importaciones. Desde el punto de vista de la inflación, hay motivos de alivio para la Fed. El índice de precios de los gastos de consumo personal, una medida inflacionaria clave, aumentó solo un moderado 1,5 por ciento, situándose claramente por debajo del objetivo del 2 por ciento de la Fed. Asimismo, el índice PCE básico, excluyendo alimentos y energía, muestra una tendencia a la baja con un 2,2 por ciento. Esto ofrece a la Fed margen para considerar recortes de tasas en su próxima reunión y refuerza la expectativa de una política monetaria de apoyo hasta el año 2025. Mientras los mercados reaccionan ante los datos económicos mixtos, los inversores se muestran cautelosos. El S&P 500 y el Dow registraron ligeras pérdidas, mientras que el Nasdaq logró una pequeña ganancia, lo que sugiere expectativas optimistas sobre un mayor respaldo de la Fed. Sin embargo, con el informe de empleo previsto para el viernes, la situación se mantiene tensa. Unas cifras sólidas de empleo podrían poner en riesgo la relajación planeada por la Fed, lo que podría traer nueva volatilidad y atenuar el actual optimismo respecto a la resiliencia de la economía estadounidense en 2024.