A partir del lunes, el fabricante de iPhone, Apple, enfrenta una demanda colectiva ante el Tribunal de Apelaciones de Competencia del Reino Unido (CAT). Los demandantes exigen una compensación de 1.500 millones de libras y acusan a Apple de abusar de su posición dominante en el mercado para imponer comisiones "excesivas e injustas" de hasta el 30% en las compras de la App Store.
El juicio de siete semanas es el primer caso de una serie de demandas antimonopolio contra gigantes tecnológicos en el Reino Unido. Los demandantes, representados por la profesora Rachael Kent del King's College de Londres, argumentan que Apple ha creado un monopolio obligando a los desarrolladores de aplicaciones a distribuir sus productos exclusivamente a través de la App Store. Estas comisiones se trasladarían finalmente a los consumidores que compran aplicaciones o contenido digital.
Apple calificó la demanda de "infundada" y destacó que las tarifas están "en línea con mercados digitales comparables". Además, la mayoría de las aplicaciones son gratuitas y los pequeños desarrolladores que ganan menos de 1 millón de dólares anuales pagan desde 2020 una comisión reducida del 15%.
Abogados antimonopolio y financiadores de litigios siguen de cerca las audiencias del CAT, ya que podrían marcar una pauta para demandas similares contra empresas como Alphabet, Microsoft y Meta. El resultado de la demanda también se espera con interés tras los recientes reveses para demandas colectivas contra BT y Mastercard.
Los demandantes afirman que Apple ha obtenido "ganancias exorbitantes" a través de altas tarifas, que estarían muy por encima de lo que sería posible en un mercado más competitivo. Argumentan que Apple abusa de su poder de mercado dentro de su "ecosistema" de dispositivos y software.
Se espera que Apple objete que la demanda defina el mercado de manera demasiado restrictiva al considerar solo las aplicaciones de iOS y que la empresa no sea dominante en el mercado más amplio de transacciones digitales y dispositivos. La demanda llega en un momento en que Apple enfrenta una creciente presión regulatoria en todo el mundo. Mientras que en EE. UU. el Departamento de Justicia está considerando acciones antimonopolio, Apple ya ha rechazado acusaciones similares de Epic Games y Spotify al señalar las altas inversiones en su plataforma e infraestructura de seguridad.
