El gobierno español y la empresa saudí de telecomunicaciones STC han subrayado su apoyo conjunto a una reestructuración integral del gigante Telefónica. STC, que pertenece mayoritariamente al fondo estatal saudí, anunció que ha aumentado su participación en Telefónica al 9,97 por ciento y solicitó un asiento en el consejo de administración.

La empresa confirmó el viernes que había completado su adquisición planificada a largo plazo. La participación se realiza a través de Luxco, también conocida como Green Bridge Investment Company, una filial de STC con sede en Luxemburgo. El gobierno español, que posee el 10 por ciento de las acciones de Telefónica a través de una sociedad holding estatal, respalda la planeada reorientación estratégica de la empresa.

El ministro de Economía español, Carlos Cuerpo, declaró en Davos que tanto STC como otros accionistas como CriteriaCaixa, la sociedad de inversión vinculada a la fundación asociada a CaixaBank, perseguían una visión conjunta a largo plazo para Telefónica. "Los principales interesados han decidido que es el momento de iniciar una nueva fase en la estrategia empresarial", dijo Cuerpo.

La reestructuración de la empresa llevó a la destitución del anterior presidente del consejo de administración, José María Álvarez-Pallete, quien dirigía la empresa desde 2016. La decisión se tomó en una reunión con el primer ministro Pedro Sánchez y fue confirmada el sábado por el consejo de administración de Telefónica. Su sucesor es Marc Murtra, un gerente cercano al gobierno que anteriormente fue presidente de la empresa de defensa española Indra.

Mientras Álvarez-Pallete dirigía los negocios, el precio de las acciones de Telefónica cayó alrededor del 50 por ciento, lo que refleja los desafíos en el sector de telecomunicaciones europeo.

STC expresó interés en las tecnologías de Telefónica en áreas como la inteligencia cognitiva y la seguridad de redes. La empresa ya ha insinuado participar en conversaciones sobre posibles fusiones y alternativas estratégicas, aunque actualmente no hay planes concretos.

La oposición conservadora en España criticó duramente la influencia del gobierno y lo acusó de una interferencia excesiva en la gestión empresarial. Pero Cuerpo rechazó las críticas y destacó la importancia del sector de telecomunicaciones para la ciberseguridad y la inteligencia artificial en Europa.