China busca excluir a fabricantes estadounidenses de chips del sector de telecomunicaciones del país. Una revisión interna ha mostrado que los operadores móviles estatales deberán cambiar a semiconductores nacionales para 2027, lo cual probablemente afectará especialmente a Intel y a Advanced Micro Devices (AMD). Esta medida es parte de los esfuerzos de Pekín por poner fin al uso de tecnología clave extranjera en su infraestructura de telecomunicaciones. El Ministerio de Industria y Tecnología de la Información chino ha instruido a los operadores móviles a revisar sus redes en busca de semiconductores no chinos y a crear planes para su reemplazo.
La calidad y estabilidad de los chips chinos ha mejorado, lo que facilita la transición a alternativas nacionales. Este avance podría afectar significativamente a Intel y AMD, quienes hasta ahora suministran la mayoría de los procesadores centrales en el equipamiento de red de China. Tanto China Mobile como China Telecom son clientes importantes de estos fabricantes de chips, adquiriendo miles de servidores para sus centros de datos.
La política de localización de China podría disminuir significativamente las ventas de Intel y AMD en el país, uno de los mercados más importantes para las empresas de semiconductores. China es el mayor mercado de Intel, representando el 27% de los ingresos de la empresa el año pasado. AMD informó que China contribuyó con el 15% de su facturación el año pasado, una disminución en comparación con el año anterior debido a restricciones por parte de las autoridades estadounidenses.
La tensión geopolítica entre EE. UU. y China y los esfuerzos de localización de Beijing incrementan los riesgos competitivos para Intel y AMD. Las alternativas chinas de CPU como los procesadores Kunpeng de Huawei están ganando terreno y representan una competencia creciente para los chips estadounidenses.