Donald Trump hizo un llamado a la unidad nacional frente al "Mal", mientras el FBI investiga los motivos detrás del intento de asesinato del candidato presidencial republicano. El incidente ocurrió en un acto de campaña el sábado por la noche y ha sacudido las elecciones presidenciales de 2024. Con menos de cuatro meses para el día de las elecciones en noviembre, este acto de violencia política amenaza con polarizar aún más al país.
El domingo, el expresidente publicó en su plataforma Truth Social: 'No temeremos, sino que permaneceremos firmes y desafiantes en nuestra fe frente a la maldad. En este momento, es más importante que nunca que estemos unidos y mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, permanezcamos fuertes y decididos, y no dejemos que el mal triunfe.'
Trump añadió que fue solo Dios quien impidió lo impensable y que esperaba dirigirse a la nación desde Wisconsin esta semana.
Trump viajará el lunes a la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, Wisconsin, donde será oficialmente nominado como candidato presidencial republicano. Después del incidente, fue tratado en una instalación médica antes de salir del oeste de Pensilvania tarde el sábado por la noche. Un miembro de su campaña publicó un video de él descendiendo las escaleras de su avión privado en Nueva Jersey, con la leyenda: "Fuerte y resistente. Nunca dejará de luchar por América.
Tanto republicanos como demócratas apoyaron una investigación sobre las aparentes brechas de seguridad. Mike Johnson, portavoz de la Cámara de Representantes, declaró el domingo a NBC que había planteado "preguntas específicas" al Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, sobre las medidas de vigilancia adoptadas durante la manifestación, incluyendo el uso de drones. El Servicio Secreto es responsable de la protección de los presidentes estadounidenses actuales y anteriores.
Tenemos que saber cómo una persona a esta altura, que al parecer fue vista por los espectadores en el suelo, no pudo ser detectada por el Servicio Secreto", dijo. "Necesitamos saber: ¿Es esto un error de protocolo? ¿Un problema de recursos? ¿O simplemente un fallo de aquellos que estaban en el lugar ese día?" Mike Turner, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo a CNN.
Ruben Gallego, candidato al Senado de los EE. UU. en Arizona, escribió a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, exigiendo que "todos los responsables de la planificación, aprobación y ejecución de este plan de seguridad fallido sean responsabilizados y declaren inmediatamente ante el Congreso".
John Fetterman, senador demócrata de Pensilvania, reafirmó la necesidad de una investigación y pidió una retórica más moderada antes de calificar las próximas elecciones como las más importantes "de nuestras vidas".
Las disparos se realizaron poco después del inicio del mitin de Trump desde una "posición elevada" fuera del lugar del evento en Butler, Pensilvania Occidental, según informó el Servicio Secreto de los Estados Unidos. Un espectador, identificado como Corey Comperatore, un exjefe de bomberos de 50 años, fue asesinado y otras dos personas resultaron gravemente heridas. Todas las víctimas eran hombres.
Después de los disparos, Trump se agachó y fue rodeado por agentes del Servicio Secreto. Lo escoltaron fuera del escenario mientras la sangre corría de su oído derecho y le cubría la cara. Apretó el puño y gritó "¡Luchen, luchen, luchen!" a la multitud antes de ser llevado a su caravana y trasladado para recibir atención médica.
El FBI identificó al tirador como Thomas Crooks, un hombre de 20 años de Bethel Park, Pennsylvania, una ciudad en un estado pendular, a unas 40 millas del lugar del evento. Crooks, que se encontraba en el techo de un edificio fuera del recinto abierto del evento, fue abatido por agentes del Servicio Secreto. Los motivos del intento de asesinar al expresidente aún no se conocen, informó el FBI.
Según los registros de votantes estatales, Crooks estaba registrado como republicano. También había donado 15 dólares al Proyecto de Participación Progresista en 2021, una iniciativa de movilización de votantes de izquierda, según los documentos de financiación de la campaña.
En lugar de las actividades tradicionales de recaudación de fondos, la campaña de Trump pidió a los seguidores que donaran a las víctimas y sus familias.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris fueron informados el domingo por las autoridades de seguridad y de cumplimiento de la ley, incluidos el fiscal general Merrick Garland, el director del FBI Christopher Wray, el secretario de Seguridad Nacional Mayorkas y la directora del Servicio Secreto Cheatle, sobre los últimos acontecimientos en el centro de operaciones de la Casa Blanca.
La Casa Blanca informó que Biden y Trump hablaron tras el intento de atentado. Biden se encontraba en Rehoboth Beach, Delaware, donde tiene una casa de vacaciones, cuando se produjeron los disparos. Se apresuró a regresar a la Casa Blanca tarde el sábado por la noche, después de haber dado un breve discurso a la nación en el que dijo que "no hay lugar para este tipo de violencia en América".
