La ultraderechista partido Alternativa para Alemania (AfD) ha conquistado un territorio político inexplorado en las recientes elecciones estatales en Turingia y ha invertido la lógica política. Con el 32,8 por ciento de los votos, la AfD logró por primera vez en la historia de la República Federal la victoria en una elección estatal, un hito para el partido y un signo de la profunda división social en Alemania.
También en Sajonia, la AfD pudo obtener muchos puntos y alcanzó el 30,6 por ciento de los votos, apenas detrás de la CDU. Estos resultados electorales muestran que la AfD está considerablemente más arraigada en el este de Alemania que en los estados federales occidentales. Allí, los colegas del partido aún sueñan con tales éxitos electorales.
Estas reorientaciones políticas destacan la creciente brecha entre Alemania Oriental y Occidental, más de tres décadas después de la reunificación. En muchas regiones del este de Alemania, la fractura social y política parece ser más profunda que nunca. Especialmente la actitud hacia la guerra en Ucrania muestra diferencias claras: mientras que la mayoría de los alemanes occidentales apoyan la ayuda a Ucrania, muchos alemanes orientales son más escépticos respecto a los envíos de armas y las sanciones contra Rusia.
Eine Umfrage des ZDF nach der Wahl ergab, dass 54 Prozent der Thüringer eine Reduzierung der westlichen Militärhilfe für die Ukraine befürworten. Dieses antiwestliche und antiamerikanische Sentiment hat tiefe Wurzeln in der Vergangenheit der ehemaligen DDR, wo sich heute viele Menschen ähnlich fremdbestimmt fühlen wie damals unter sowjetischer Vorherrschaft.
Además de AfD, la recién fundada Alianza Sahra-Wagenknecht (BSW) también se beneficia de estos ánimos. El partido populista de izquierda, que se fundó hace solo siete meses, obtuvo 11,8 por ciento de los votos en Sajonia y 15,8 por ciento en Turingia – un éxito notable.
Políticos y ciudadanos de Alemania Occidental suelen estar frustrados por la tendencia de los alemanes del Este a apoyar partidos en los márgenes del espectro político, que cuestionan el sistema democrático. A pesar de las masivas inversiones de 1,6 billones de euros desde la reunificación y el progreso económico del Este, muchos alemanes del Este aún se sienten marginados. Un estudio del Instituto de la Economía Alemana en Colonia destacó que el Este está avanzando en cuanto a empleo y salarios, pero estos logros a menudo no son percibidos por la población.
Muchos alemanes orientales siguen luchando hoy en día con las "heridas de la reunificación", las cicatrices que dejaron las transformaciones de la época de la reunificación. Alta tasa de desempleo, el colapso de muchas empresas industriales y la sensación de que sus logros de vida fueron devaluados siguen marcando la memoria colectiva.
La situación política en el Este sigue siendo compleja. En algunas regiones, los partidos establecidos continúan siendo fuertes: la CDU lidera en Sajonia, apenas por delante de la AfD, y en Sajonia-Anhalt el partido también mantiene su posición. Sin embargo, la AfD sigue siendo un factor dominante, especialmente en Turingia, donde su líder regional, Björn Höcke, sigue encontrando apoyo a pesar de múltiples condenas por el uso de eslóganes nazis prohibidos.
Einige AfD-Funktionäre befürchten, dass die Partei insgesamt verboten werden könnte. Doch Stefan Möller, Co-Vorsitzender der AfD in Thüringen, zeigte sich kämpferisch: „Die AfD ist unsterblich – zumindest im Osten.“
Algunos funcionarios de AfD temen que el partido podría ser prohibido por completo. Pero Stefan Möller, copresidente de AfD en Turingia, se mostró combativo: "La AfD es inmortal, al menos en el este".