Volkswagen (VW) está nuevamente bajo presión en la asamblea general. Críticos exigen una gama de modelos más reducida y gastos en investigación y desarrollo más eficientes. La empresa tiene dificultades con la transición a la movilidad eléctrica y aún no ha lanzado un "auto popular" en el sector eléctrico. A partir de 2025, Bruselas endurecerá los objetivos de CO2 para la industria, lo que para VW significaría un aumento masivo en la proporción de vehículos eléctricos. Sin embargo, esto podría ser difícil, ya que fuera de China, los clientes de VW compran mayoritariamente vehículos de combustión interna. Ahora se enfrentan a multas millonarias.
VW ha anunciado un modelo de entrada para los próximos años. El modelo llamado provisionalmente ID.1, con un precio de alrededor de 20.000 euros, probablemente no llegará al mercado hasta 2027. Los inversores también critican el tema de los derechos humanos. Ven con gran preocupación las actividades de VW en Xinjiang y exigen que la empresa garantice que sus cadenas de suministro estén limpias.
A diferencia del año pasado, la junta general de este año se realizará nuevamente de manera totalmente digital. Oficialmente, VW justifica el regreso al formato completamente digital por razones de costos. Sin embargo, los representantes de los accionistas critican la decisión y exigen que VW vuelva a invitar a los accionistas a reuniones presenciales en el futuro. No obstante, habrá protestas en Wolfsburg el miércoles. Activistas por el clima planean realizar una "junta general alternativa" frente a la fábrica, y piden una transformación fundamental del transporte lejos del automóvil.
Volkswagen confirma la consideración de vender acciones de TRATON debido al incremento de su valor.
El CEO de Volkswagen, Oliver Blume, promete a los accionistas ganancias significativamente crecientes y más avances en la rentabilidad en los próximos años.