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Tesla: Cifras récord, bono de Trump y una peligrosa ruptura de tendencia
¿Puede Elon Musk salvar a Tesla de la primera caída de ventas en más de una década? El culto en torno al pionero de los coches eléctricos alcanza nuevas alturas, pero los analistas advierten sobre nubes oscuras en el horizonte.
Fue un momento dorado: Tesla celebró una capitalización de mercado de más de 1,5 billones de dólares, y los inversores parecían estar de acuerdo en que Elon Musk había logrado un golpe estratégico con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Pero mientras las acciones se disparaban a alturas insospechadas, persiste una duda crucial: ¿Puede Tesla realmente seguir creciendo o estamos presenciando el fin de una imponente serie de éxitos?
Las cifras hablan un lenguaje claro
Tesla tiene un objetivo: cerrar 2024 con un aumento en las ventas. Pero este objetivo podría no alcanzarse por poco. Los analistas pronostican para el cuarto trimestre alrededor de 510,400 vehículos entregados, un nuevo récord. Sin embargo, se necesitarían casi 5,000 ventas adicionales para un crecimiento anual.
Esta potencial caída no sería solo simbólicamente un revés. Desde hace más de una década, Tesla ha registrado cifras de ventas en continuo aumento. Una estancación o incluso una disminución supondría el primer golpe serio en la autoimagen del gigante de los coches eléctricos.
Trump y Tesla: Un acto de equilibrio arriesgado
El giro político de Elon Musk es uno de los capítulos más emocionantes en la reciente historia de Tesla. Como destacado partidario del futuro presidente Trump, Musk ha polarizado y potencialmente ahuyentado a grupos enteros de consumidores. Sin embargo, las políticas de Trump podrían tanto perjudicar como beneficiar a Tesla.
Por un lado, la abolición de las subvenciones para automóviles eléctricos podría golpear duramente a Tesla. Por otro lado, analistas como Gene Munster especulan que la perspectiva de beneficios fiscales a punto de expirar podría desencadenar una ola de compras a corto plazo. Sin embargo, sigue siendo una apuesta: ¿Puede Tesla beneficiarse de la agenda poco ortodoxa de Trump o amenaza el movimiento político con convertirse en un boomerang?
Un mercado en transformación
No solo Tesla enfrenta desafíos. El mercado global de vehículos eléctricos se enfría. La china BYD depende cada vez más de los híbridos enchufables, mientras los pesos pesados europeos como Volkswagen, Mercedes-Benz y Volvo reducen sus objetivos de vehículos eléctricos.
En EE.UU., Ford prevé una pérdida de 5 mil millones de dólares para su división de vehículos eléctricos en 2024. Japón también muestra incertidumbres: Honda y Nissan incluso consideran una fusión para enfrentar los desafíos de la movilidad eléctrica.
Musk sigue optimista
Elon Musk no se deja desconcertar por ello. Para 2025, pronostica un crecimiento de ventas del 20 al 30 por ciento, un anuncio que hace que incluso los observadores optimistas se muestren escépticos. Analistas como Garrett Nelson consideran la previsión como "agresiva", especialmente ante factores como un dólar más fuerte, precios de petróleo más bajos y regulaciones de producción más flexibles.
Tesla apuesta por modelos más económicos que deberían estar disponibles a partir de 2025, así como por la reducción de costos mediante diseños simplificados. Descuentos, estaciones de carga gratuitas y ofertas de leasing ya deberían impulsar las ventas. ¿Pero es suficiente para recuperar el impulso?
Die große Frage: ¿Crecimiento a cualquier precio?
Tesla está en un punto de inflexión. Los inversores están eufóricos, pero los analistas aconsejan precaución. El mercado global de vehículos eléctricos muestra los primeros signos de fatiga, y la jugada política de Musk implica riesgos.
Die Frage bleibt: ¿Puede Tesla continuar con su curso de crecimiento o experimentaremos por primera vez en 2024 que el bombo cede a la realidad? Elon Musk puede estar convencido de que el futuro de Tesla es brillante, pero el tiempo dirá si esta confianza está justificada.