Stellantis, el conglomerado automotriz multimarca, registró una caída en los ingresos en el primer trimestre, afectada por los preparativos para la producción de nuevos modelos y una disminución de las ventas en Norteamérica. Con marcas como Jeep y Dodge, la empresa informó una reducción del 12% en los ingresos, hasta los 41,7 mil millones de euros en comparación con el año anterior. Esto no cumplió con las expectativas de los analistas, que habían pronosticado unos ingresos de 44,35 mil millones de euros.

En Norteamérica, el mayor mercado de Stellantis, las ventas cayeron un 15%, afectadas por el cambio de modelos en el Ram 1500 y el Dodge Charger, lo que fue compensado parcialmente por las ventas del Jeep Wagoneer. Las entregas totales disminuyeron un 20% en esta región.

En Europa, el segundo mayor mercado de la empresa, las entregas disminuyeron un 6% ya que la compañía redujo sus inventarios para prepararse para los nuevos modelos, lo que resultó en una disminución del 15% en las ventas de la región.

El conglomerado que está reorganizando sus plataformas de producción, incluyendo coches eléctricos, lanzó en el primer trimestre cuatro de las 25 actualizaciones y lanzamientos de modelos planeados. Esto debería dar inicio a un segundo semestre más fuerte, explicó Stellantis.

"Reducimos los inventarios para fortalecer nuestra fuerte posición relativa de precios antes de los próximos lanzamientos de productos de este año en regiones clave", dijo la directora financiera Natalie Knight.

A pesar de las difíciles cifras trimestrales, Stellantis confirma su pronóstico anual. En total, las entregas consolidadas cayeron un 10% a 1,3 millones de vehículos, aunque las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 8%.