La Silvergate Bank, con sede en California, conocida por su fuerte crecimiento gracias a clientes de criptomonedas, ha acordado pagar 63 millones de dólares para resolver demandas civiles de reguladores federales y estatales. Estas demandas están relacionadas con el colapso del banco después del fraude masivo que llevó a la quiebra a la bolsa de criptomonedas FTX.

Las multas de 63 millones de dólares incluyen sanciones impuestas por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), la Reserva Federal y el Departamento de Protección e Innovación Financiera de California (DFPI).

Die SEC reichte am Montag eine Klage ein, in der behauptet wird, dass Silvergate und drei Führungskräfte die Investoren über die rechtliche Compliance und die Überwachung von Kunden, einschließlich FTX, getäuscht haben.

La SEC presentó una demanda el lunes, alegando que Silvergate y tres ejecutivos engañaron a los inversores sobre el cumplimiento legal y la supervisión de clientes, incluidos FTX.

„Las empresas y sus dirigentes deben proporcionar información veraz al público en tiempos de crisis“, dijo Gurbir Grewal, director de la División de Cumplimiento de la SEC, en un comunicado. Grewal destacó que el banco y dos dirigentes, el ex-CEO Alan Lane y la exjefa de riesgos Kathleen Fraher, „no solo actuaron de manera insuficiente, sino también fraudulenta“. El banco y los dos dirigentes llegaron a un acuerdo para resolver los cargos de la SEC sin admitir ni negar las acusaciones.

Silvergate pagó 20 millones de dólares a la DFPI y 43 millones de dólares a la Fed. Un acuerdo separado con la SEC por 50 millones de dólares se compensa con estos pagos, según la DFPI. Lane acordó con la SEC pagar 1 millón de dólares y Fraher 250.000 dólares.

Silvergate y un tercer ejecutivo también fueron acusados de fraude a inversores por la SEC. El tercer ejecutivo, el ex CFO Antonio Martino, declaró a través de su abogado que impugnará las acusaciones.

Silvergate fue un pequeño prestamista hipotecario con tres sucursales en el sur de California durante más de 30 años, antes de que el banco adoptara una estrategia de crecimiento rápido en 2019 y se convirtiera en el banco de criptomonedas más grande de los EE. UU. Para 2021, era un banco clave detrás del imperio criptográfico de Sam Bankman-Fried, aumentando los depósitos de 2 mil millones a más de 10 mil millones de dólares.

Im März 2023 kündigte Silvergate an, den Betrieb einzustellen, und verwies auf „Branchen- und regulatorische Entwicklungen“. Kunden hatten etwa 8 Milliarden Dollar an Einlagen abgezogen, nachdem FTX, der größte Kunde der Bank, implodierte und einen Preisverfall bei Kryptowährungen auslöste.

En marzo de 2023, Silvergate anunció que cesaría sus operaciones, citando "desarrollos en la industria y regulaciones". Los clientes habían retirado aproximadamente 8 mil millones de dólares en depósitos después de que FTX, el mayor cliente del banco, colapsara y provocara una caída en el precio de las criptomonedas.

In der Klage der SEC wird behauptet, dass Silvergate es versäumt habe, verdächtige Aktivitäten in Höhe von etwa einer Billion Dollar an Banktransaktionen in seinem Silvergate Exchange Network, einem Produkt, das Echtzeit-Überweisungen von Krypto-Investoren ermöglichte, angemessen zu überwachen. „Die Bank erkannte auch fast 9 Milliarden Dollar an verdächtigen Überweisungen von FTX und seinen verbundenen Unternehmen nicht“, hieß es. FTX meldete im November 2022 Insolvenz an. Bankman-Fried wurde wegen krimineller Anklagen, einschließlich Betrugs, verurteilt und zu 25 Jahren Gefängnis verurteilt.

La demanda de la SEC alega que Silvergate no supervisó adecuadamente actividades sospechosas por aproximadamente 1 billón de dólares en transacciones bancarias en su Red de Intercambio Silvergate, un producto que permitía transferencias en tiempo real de inversores en criptomonedas. "El banco tampoco detectó casi 9 mil millones de dólares en transferencias sospechosas de FTX y sus empresas afiliadas", dice la demanda. FTX se declaró en bancarrota en noviembre de 2022. Bankman-Fried fue condenado por cargos penales, incluyendo fraude, y sentenciado a 25 años de prisión.

Lane, quien ha sido CEO desde 2008 y dirigió la entrada de Silvergate en la economía cripto, y Fraher "representaron de manera incorrecta los riesgos operativos y legales del banco", según la demanda. La SEC afirmó que Martino implementó "un esquema fraudulento para engañar a los inversores sobre la situación financiera del banco". Martino aprobó declaraciones al mercado que minimizaron el alto volumen de valores que el banco debía vender para devolver miles de millones de dólares en deudas.

Silvergate y Alan Lane no estaban disponibles para hacer comentarios. Fraher, a través de un abogado, rechazó hacer comentarios. Martino negó las acusaciones en su contra. Dijo: "Las acusaciones de la SEC son infundadas e irresponsables, y espero con interés presentar mi caso en el tribunal y limpiar mi nombre".