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Audi comienza débilmente el nuevo año fiscal.
Los problemas de suministro en los modelos más vendidos afectan a Audi: La cuenta de resultados del trimestre se ve ensombrecida, sin embargo, el director financiero Jürgen Rittersberger sigue siendo optimista.
En el primer trimestre de 2024, Audi, una subsidiaria del Grupo Volkswagen, registró pérdidas significativas en su balance. Debido a la escasez de suministro de motores para sus modelos más rentables, las ganancias disminuyeron en aproximadamente mil millones de euros y las ventas en más de tres mil millones de euros en comparación con el mismo período del año anterior. No obstante, se mantuvo una ganancia de 736 millones de euros. Jürgen Rittersberger, el director financiero de Audi, considera a 2024 como un año de transición y se mantiene optimista para la segunda mitad del año respecto a una posible recuperación.
Los cuellos de botella afectaron específicamente los motores V6 y V8 de los modelos de alta gama, que son particularmente rentables para Audi. Además, los altos costos de nuevas iniciativas de modelos, un entorno de mercado difícil en Alemania y Europa, una huelga en México así como efectos de valoración en coches usados gravaron el balance trimestral. Estos últimos resultaron en un efecto negativo de aproximadamente 300 millones de euros.
A pesar de las circunstancias desafiantes, Rittersberger enfatiza que la situación de suministro está mejorando, lo que se espera tenga efectos positivos especialmente en el tercer y cuarto trimestre. El descenso en las ventas fue además debido al incremento en la proporción de ventas en China, donde Audi opera a través de joint ventures cuyos ingresos no se reflejan en el balance consolidado de la empresa. En China, donde Audi vendió 155,000 vehículos durante el periodo reportado y así logró más de un tercio de su volumen total de ventas, la compañía incluso logró aumentos, mientras que las ventas en EE. UU. y Europa disminuyeron.
Las entregas totales disminuyeron en casi un 5 por ciento, mientras que las ventas cayeron en casi un 19 por ciento a 13.7 mil millones de euros, lo que fue agravado especialmente por los problemas con los modelos más caros. A pesar de los retos actuales, Audi mantiene sus objetivos anuales y planea consolidar su posición como uno de los principales fabricantes de automóviles de lujo.