¿La nueva atracción de Nueva York? Una pila de maletas Louis Vuitton de 70 metros de altura. En medio de la Quinta Avenida, una obra de arte gigante compuesta por seis icónicas maletas monogramadas llama la atención. LVMH, el conglomerado de lujo más grande del mundo, no creó este espectáculo solo para turistas y fanáticos de TikTok; hay una estrategia detrás.
En una época en la que el mercado chino se debilita debido a una crisis inmobiliaria y Corea del Sur está inmersa en turbulencias políticas, marcas de lujo como Louis Vuitton vuelven a centrarse en los Estados Unidos. Pero, ¿pueden los "Crypto Bros" realmente ser la salvación nuevamente?
Cuando el cripto brilla, florece el lujo
El pasado ha demostrado que el auge de las criptomonedas puede tener un impacto masivo en el mercado del lujo. Ya en 2021, el boom del Bitcoin hizo que las ventas de productos de alta gama como relojes y joyas se dispararan. Ahora, con el Bitcoin superando los 100.000 dólares, marcas como Cartier y Tiffany & Co. esperan un efecto similar.
Eine wachsende Nachfrage zeichnet sich bereits ab. Watches of Switzerland verzeichnet in den USA steigende Verkäufe von Sammlerstücken, während Richemont, der Mutterkonzern von Cartier, nach der US-Wahl optimistische Prognosen für das Weihnachtsgeschäft abgab.
Die Millennials und Gen Z – un nuevo desafío
Mientras los mercados de valores prosperan y se prometen desgravaciones fiscales para los ricos, la generación más joven sigue siendo un enigma para la industria del lujo. Morgan Stanley advierte que el reciente aumento de la riqueza beneficia principalmente a las generaciones mayores. Los millennials y la Generación Z, considerados impulsores del crecimiento del sector del lujo, podrían quedar relegados.
Pero las marcas de lujo apuestan por enfoques creativos: desde el fichaje de íconos pop como Debbie Harry (Gucci) hasta innovaciones físicas como la primera tienda de chocolate de Louis Vuitton en EE.UU., todo para volver a atraer a los públicos más jóvenes.
Die USA: Un mercado de lujo no explotado
A pesar de los desafíos, el mercado estadounidense sigue siendo un motor de crecimiento lucrativo. En 2024, los clientes estadounidenses representaron alrededor del 29% de las compras de lujo globales, más que cualquier otra nación. Marcas como Louis Vuitton, Gucci y Prada han ampliado su presencia más allá de las metrópolis clásicas como Nueva York y Los Ángeles. Ciudades como Austin, Atlanta y Scottsdale se están convirtiendo en nuevos puntos calientes de lujo, gracias a alquileres más bajos y a clientes objetivos adinerados.
El tropiezo "Trump
Pero no todo brilla en la tierra de las oportunidades ilimitadas. Con Donald Trump como nuevo presidente, amenazan posibles aranceles de importación que podrían afectar a las marcas de lujo europeas. Mientras algunas, como Louis Vuitton, ya operan instalaciones de producción locales en Texas y California, el origen europeo sigue siendo una parte esencial de la identidad de la marca. Los mayores costos de producción podrían así gravar los márgenes ya de por sí estrechos.
¿Conclusión? No es necesaria.
Ya sea criptomonedas, millennials o la política, la industria del lujo sigue cambiando. Lo que permanece es la inquebrantable capacidad de innovación de marcas como LVMH, que se reinventan constantemente con gigantescas torres de maletas y boutiques de chocolate. Una cosa está clara: EE. UU. sigue siendo un terreno de juego para los ricos y conscientes del estilo, con el Bitcoin como nuevo comodín.