El segundo mandato de Trump: prueba de fuego para la política de inmigración

Donald Trump, conocido por su retórica intransigente en la política de inmigración, planea en su posible segundo mandato adoptar nuevamente una línea dura. Los nombramientos de Stephen Miller y Tom Homan, ambos conocidos por su postura estricta, indican que Trump quiere cumplir sus promesas de deportación masiva de inmigrantes ilegales. Muchas de sus ideas sobre política de inmigración ya se conocen de su primer mandato. Pero, ¿cuán efectivo fue realmente y qué limitaciones podría enfrentar en un segundo mandato? Ya en el primer mandato de Trump, el número de intentos de cruzar la frontera sur de Estados Unidos aumentó un 71%. Una disminución de estos intentos solo se registró al final de su mandato, cuando las capacidades de las cárceles se agotaron y un cuarto de los recién llegados tuvo que ser liberado con una citación judicial. Otro factor fue el Título 42, una medida por la Covid que permitió deportaciones rápidas y resultó en un aumento de encuentros con la patrulla fronteriza, ya que los migrantes intentaban su suerte repetidamente. Sin embargo, el plan de Trump de abordar deportaciones masivas podría ejercer una gran presión sobre los tribunales de inmigración ya sobrecargados. El número de casos pendientes se duplicó durante el mandato de Trump y se triplicó incluso bajo el presidente Biden. La tasa a la que los jueces resuelven casos apenas puede mantenerse al ritmo del flujo actual. Mientras tanto, el número de agentes de la patrulla fronteriza se mantiene estable y ha permanecido estancado durante una década, aunque Trump prometió en campaña contratar a 10,000 agentes adicionales. Sin embargo, las discrepancias políticas han impedido un aumento del presupuesto para la patrulla fronteriza. Mientras Trump celebraba las redadas a gran escala, las cifras reales de deportaciones disminuyeron considerablemente en comparación con la era de Obama. Si Trump implementa su ambicioso programa de deportaciones, los desafíos jurídicos y diplomáticos podrían ser enormes. Durante su primer mandato apenas logró implementar reformas sostenibles en el sistema de inmigración estadounidense.