Política fiscal: Efectos de una posible reelección de Trump

La reforma tributaria de 2017, iniciada por el ex-presidente Donald Trump, ha otorgado notables alivios fiscales a muchos estadounidenses. Sin embargo, algunas de estas disposiciones fiscales caducarán en el año 2025. Si Trump vuelve a ser presidente, numerosas de estas disposiciones podrían ser extendidas o incluso establecidas de forma permanente. La continuación de las disposiciones del Tax Cuts and Jobs Act evitaría que los tramos impositivos regresen a niveles anteriores y que la deducción estándar se reduzca. En su lugar, estos beneficios podrían mantenerse, lo que haría que muchos estadounidenses continúen beneficiándose de tasas impositivas más bajas. Trump también podría reducir aún más las tasas de impuesto sobre la renta y aumentar los montos de las deducciones estándar. La eliminación del 3.8% Net Investment Income Tax (NIIT) sería otra posible iniciativa. Este impuesto afecta principalmente a los inversores más ricos y financia el Affordable Care Act. Su eliminación reduciría la carga fiscal para los estadounidenses con mayores ingresos provenientes de inversiones. Deducciones y créditos fiscales anteriores que fueron eliminados por el Tax Cuts and Jobs Act podrían también ser reintroducidos. Esto proporcionaría más ventajas financieras a los contribuyentes. En particular, los trabajadores con altos gastos relacionados con su empleo, así como las familias, podrían beneficiarse de estos cambios. Otro de los proyectos clave de Trump es el fomento de medidas de ahorro familiar. El denominado Proyecto 2025 planea la introducción de una cuenta de ahorros universal, similar a una Roth IRA, pero con una contribución anual mayor de $15,000 y con un propósito de uso más versátil. Asimismo, una reducción de los impuestos sobre las ganancias de capital del 20% al 15% está en la agenda, lo que beneficiaría especialmente a los inversores con mayores ingresos. Finalmente, Trump podría aumentar los límites de contribución anuales para las cuentas de ahorro para la jubilación. Esto no solo aumentaría el volumen de ahorro para la jubilación, sino que también reduciría la carga fiscal de los ahorradores.