Acuerdo sobre desastre ambiental: Empresas asumen responsabilidad.

Después de años de negociaciones entre el gobierno federal de Brasil, los gobiernos estatales y las empresas Vale, BHP y la empresa conjunta Samarco Mineração, se vislumbra una solución para uno de los accidentes ambientales más graves en la historia de Brasil. El acuerdo discutido cubre tanto las obligaciones pasadas como las futuras. De los 30 mil millones de dólares en total, ya se han invertido 7.2 mil millones de dólares en medidas de reparación y compensación en los últimos años. Se proporcionarán otros 19 mil millones de dólares durante los próximos 20 años para financiar programas de compensación para el gobierno brasileño y los estados de Minas Gerais y Espírito Santo, que fueron particularmente afectados. Además, se dispondrán 6.1 mil millones de dólares para requisitos de desempeño, como la remediación ambiental, el reasentamiento y las compensaciones individuales para las comunidades afectadas. El accidente de Samarco ocurrió en noviembre de 2015, cuando el depósito de residuos de Fundão en Mariana, Minas Gerais, colapsó. Esta catástrofe liberó millones de metros cúbicos de lodo tóxico, mató a 19 personas, destruyó comunidades enteras y contaminó 500 kilómetros del río Doce, que tiene un significado sagrado para la tribu indígena Krenak. A pesar de las diferencias iniciales sobre los costos del acuerdo, las empresas acordaron en julio compartir la responsabilidad financiera. Además del acuerdo en Brasil, BHP enfrenta una demanda colectiva separada en el Reino Unido, que incluye a más de 620,000 demandantes. Estos exigen compensaciones de hasta 36 mil millones de libras y atribuyen a BHP la responsabilidad por el colapso de la represa. BHP refuta vehementemente la demanda y argumenta que las compensaciones realizadas en Brasil hasta ahora, incluidas las ya pagadas por la Fundación Renova por un total de 8 mil millones de dólares, son suficientes. El juicio puede durar hasta 12 semanas y, de tener éxito, podría convertirse en una de las sentencias de compensación más grandes en la historia legal del Reino Unido, creando un precedente para la responsabilidad ambiental global.