En Nueva York fueron arrestados dos hombres sospechosos de robar secretos comerciales del fabricante de autos eléctricos Tesla y venderlos a investigadores encubiertos en EE. UU. Los acusados, un canadiense residente en China y su socio comercial chino, eran ex empleados de Hibar Systems, una empresa que desarrolla tecnologías para la fabricación de baterías y que fue adquirida por Tesla en 2019. Se les acusa de intentar vender datos sobre la fabricación de componentes de baterías, un secreto comercial fundamental de Tesla.
La identidad de la empresa robada no fue mencionada directamente en los documentos judiciales, solo fue descrita como "líder en fabricación de vehículos eléctricos y sistemas de baterías en EE. UU." Sin embargo, los detalles y la descripción en los documentos apuntan claramente a Tesla.
Los presuntos culpables tenían acceso a documentos y planos importantes relacionados con el proceso de fabricación de vehículos eléctricos, cuyo desarrollo costó muchos millones de dólares. Su plan fue descubierto cuando investigadores estadounidenses se percataron de ellos en una feria especializada en Las Vegas y organizaron un encuentro en Nueva York, donde finalmente fueron arrestados.
Estas detenciones arrojan nuevamente luz sobre los desafíos a los que se enfrentan las empresas en la industria de alta tecnología y automotriz en términos de protección de sus derechos de propiedad intelectual, especialmente en un contexto internacional y en tiempos de innovaciones tecnológicas y competencia intensiva.
